Liderazgo
es una palabra fascinante que enmarca muchos aspectos de la vida, pero uno que
siempre pasa desapercibido, debido a la noción que para ser líder uno debe
estar acompañado, es que el liderazgo también puede darse sin ese cariz, siempre
que se influya sobre los demás.
Cuando
uno piensa en liderazgo le viene a la mente la imagen de alguien con carácter,
decisión y visión que congrega a seguidores para ir juntos en pos de metas y
objetivos, si bien esta visión es correcta no es del todo completa ya que el liderazgo,
si nos atenemos a la definición del mismo, no necesariamente implica seguidores
en el sentido estricto de la palabra, sino más bien la capacidad de influir
sobre los demás.
Mozart,
Da Vinci, Cervantes, Picasso, y más nombres que pudiéramos tomar de la historia
son casos de líderes emblemáticos que aún en la actualidad siguen influyendo en
la vida personal y social de la humanidad, con todo en su momento fueron gentes
más bien retraídas sobre sus trabajos, no con seguidores propiamente dicho pero
que claramente podemos en la actualidad definirlos como líderes por el impacto
que su quehacer tuvo.
¿A
qué viene este comentario? Simplemente a la necesidad de clarificar un punto que
considero de relevancia: la cuestión del liderazgo como algo no necesariamente
sujeto a seguidores inmediatos. Esto lo comento con base en la experiencia
profesional que tengo ya que en los cursos y talleres que sobre el al inicio
las acciones de liderazgo que realizaba no tenían propiamente dicho lo que
consideramos seguidores.
Esto
no quiere decir que las características relativas al liderazgo solo las debamos
querer trabajar si en nuestra intención está el ser líder de tal o cual grupo,
para nada, ya que todos los conceptos relativos al liderazgo tienen un primer
enfoque personal, siendo la cuestión del seguimiento grupal algo adicional que
puede o no darse.
Lo
que sí es necesario es la cuestión de la trascendencia, es decir, que nuestros actos
vayan más allá de uno mismo y lleguen a impactar en alguna forma en la vida de
los demás. Esto no quiere decir que ese impacto debe tener unos grandes alcances
ya que eso no puede verse ni saberse sino con el paso del tiempo (y en algunos
casos, como los ejemplos del principio, con el paso de mucho tiempo), baste y
sobre con que esa trascendencia nos haga ir más allá de uno mismo para buscar
construir juntos una mejor sociedad.
Con
las ideas que he expuesto puedes ver de una manera clara que las reflexiones
que sobre liderazgo aplican primeramente a tu vida persona, y luego a los
demás, así que todo lo que pueda decirse sobre el líder y el liderazgo tienen una
aplicación primaria y principal en ti, siendo la cuestión del seguimiento algo que
puede o no darse.
Ser
líder implica tomar las riendas de nuestro propio andar haciéndonos responsables
de nuestro proyecto personal de vida, en función de esto los demás pueden o no
reconocernos, pero con este simple hecho estaremos en el camino correcto del
liderazgo, después de todo un líder no necesita estar acompañado para serlo,
simplemente requiere que sus acciones trasciendan.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/3GyoERb01dk
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