jueves, 27 de julio de 2023

Solo un trabajo honesto es productivo, solo un servicio solidario es fructífero, y solo una calidad que exceda lo esperado es justa


 

El mundo actual ha entrado en una dinámica donde a todos los actores participantes se les exige cada día más: más calidad, más servicio, más rapidez, eso es lo que el mundo exige, pero ¿qué hay con lo que nos exigimos nosotros mismos?

 

Facebook, creado por Mark Zuckerberg, originalmente era un sitio para que los estudiantes de la Universidad de Harvard pudieran compartir y evaluar fotos; hoy alcanza los 800 millones de usuarios y para 2012 entró a la bolsa de valores y recaudó 10,000 millones de dólares.

 

Facebook, al igual que muchos otros productos y servicios en la actualidad, sustenta su éxito en que dan al cliente o usuario mucho más de lo que espera o de lo que paga por el mismo. Facebook no solo es tecnología, es interacción, dinamismo, y practicidad social e incluso comercial en tiempo real.

 

Cuando la gente recibe más de lo que espera se genera una reacción de reconocimiento y de lealtad. La satisfacción con creces de las necesidades y expectativas de quienes procuran bienes y servicios permite la réplica del éxito a través de la misma promoción de quienes, satisfechos por lo recibido, harán con sus allegados.

 

Curiosa y paradójicamente también hay un fenómeno donde las personas buscan dar el mínimo en su esfuerzo. El pensamiento cortoplacista indica que el mínimo esfuerzo con la máxima ganancia dará el mayor rendimiento, pero ese pensamiento no contempla la relación en el largo plazo tanto a nivel grupal como individual ni el desarrollo de los proyectos individuales y profesionales que se tengan.

 

Si de manera personal, el servicio, desempeño e interrelación personal, social y empresarial que uno tenga será la mejor carta de presentación que se tenga, con mayor razón cuando el liderazgo y el emprendedurismo son las guías de nuestras acciones.

 

No se puede ser líder regateando, no se puede ser emprendedor buscando el mínimo esfuerzo, entendamos que ambas acepciones por su misma definición implican un extra en nuestras acciones, un plus adicional que permitirá a quienes lo den el llegar a la cima.

 

Este plus, este extra, necesaria y forzosamente requieren esfuerzo, constancia y dedicación, y permitirá en el tiempo no solo conseguir las metas que nos propongamos sino hacernos de una forma de ser y vivir a prueba de obstáculos, dándonos algo que no tiene precio y que es carácter, después de todo solo un trabajo honesto es productivo, solo un servicio solidario es fructífero, y solo una calidad que exceda lo esperado es justa.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

 

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/LfN5-AxZ13c

 

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jueves, 20 de julio de 2023

Si bien nuestros pensamientos nos guían y nuestros dichos nos comprometen, son nuestras acciones las que nos definen


El ser humano es una confluencia de acuerdos y contradicciones, nuestra misma naturaleza nos permite pensar, hablar y actuar, y cuando estas tres acciones

confluyen de manera congruente, puede decirse que se posee carácter.

 

Tal vez el nombre de Eliot Spitzer no te diga mucho. Él era Gobernador del Estado de Nueva York en Estados Unidos. En 2008 tuvo que renunciar a su puesto a causa del escándalo sexual en el que se ha visto implicado después de que un artículo publicado en 'The New York Times' develara que estaba siendo investigado por el FBI por el uso de un servicio de prostitución. El escándalo fue una gran sorpresa porque Spitzer, que antes de entrar en política se había ganado la fama de ser un Fiscal General del Estado implacable, y había construido toda su carrera política en base a su inquebrantable ética.

 

Las personas tenemos en nuestro interior luces y sombras, hay cuestiones tan íntimas y personales que tal vez nunca las saquemos a la luz, el problema surge cuando ideas, pensamientos y argumentos son hechos públicos estando luego en contradicción con las acciones que uno hace. El problema de Spitzer no fue tanto el delito que se le imputaba, sino la postura rígida, ética y legal que él públicamente había adoptado contra el delito.

 

Esta parte es muy importante. Uno no puede juzgar a los demás por las propias convicciones que se tienen, hacerlo sería pretender imponer a otros nuestros propios criterios, pero si puede evaluar las acciones ajenas a la luz de la manera de pensar que las mismas personas tienen.

 

"Lo que eres habla tan fuerte que no puedo escuchar lo que dices", dice un dicho, esto mismo se expresa de otra forma con la sentencia "las palabras mueven, pero los hechos arrasan".

 

A nadie le sorprendería que una persona que argumenta a favor de cualquier postura, estemos o no de acuerdo, viviera de esa forma, lo que sí causa una contradicción es cuando se defienden causas o posturas para luego ejecutar acciones contrarias.

 

Políticos, religiosos, educadores, líderes... todos como figuras públicas, como personajes que mueven y crean conciencia, son constantemente evaluados por la opinión pública en función de sus dichos, pero más allá en función de sus acciones. La acción define a las personas pues es la manera tangible, concreta y última de expresión de cada individuo. Incluso puede decirse que la acción tiene mayor peso pues para hablar solo se requiere expresar una idea, pero para actuar se requiere la idea aunada a la actividad. Y cuando no hay congruencia en esto se pierde por parte de los demás la confianza en uno pues nada garantiza mantener, respetar y defender las posturas públicas con acciones concretas.

 

En todos los ámbitos de la interacción humana hay que buscar la congruencia, defender lo que uno piensa, vivir de acuerdo a las ideas y buscar transmitir ese carácter a los demás, recuerda que, si bien nuestros pensamientos nos guían y nuestros dichos nos comprometen, son nuestras acciones las que nos definen.

 

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

 

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/zkDLbvIMbmg

 

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jueves, 13 de julio de 2023

Hay algo que nadie nunca te podrá quitar y es la capacidad y responsabilidad de tomar tus propias decisiones


 

La vida está llena de opciones y decisiones y a todos nos gusta pensar que podemos en mayor o menor medida ser libres y poder decidir por nosotros mismos

y aunque no lo creas así es.

 

La vida está llena de condicionantes, yo no puedo decidir un día simplemente dejar de comer, es una necesidad imperiosa de mi misma existencia. De la

misma forma no puedo dejar de trabajar pues tengo necesidades que satisfacer. En otras palabras y si vemos nuestra vida, son muchas las decisiones que casi forzosamente tenemos que elegir día a día.

 

De la misma forma hay otro tipo de decisiones que están completamente al libre albedrío de cada uno de nosotros como el seguir o no tal consejo, el continuar o no con tal o cual relación, o el elegir una forma u otra de vida. Pero en ambos casos, tanto en el de las decisiones forzosas como en el de las de libre albedrío, hay una opción nuestra que nadie nunca nos podrá quitar a menos que nosotros libremente se lo permitamos y que es la forma en que reaccionamos.

 

Dice una historia que dos judíos que habían estado presos en campos de concentración se encontraron después de no verse durante 20 años. Hablando del tema el primero le dijo que al menos de su parte ya había perdonado a sus agresores y había continuado con su vida. El segundo por el contrario le dijo con gran amargura que nunca perdonaría a sus agresores, que cada día desde que amanecía los maldecía y que solo vivía para odiarlos por todo lo que le habían hecho. Entonces el amigo primero se le queda mirando a los ojos y le dice con mucha pena: "sabes, amigo, veo que tú sigues encerrado en esa celda y que ellos aún te tienen preso".

 

Así como hay cosas que podemos cambiar hay cosas que no podemos y así como podemos elegir en ocasiones no hay mucho margen para hacerlo libremente, lo que sí podemos hacer en todos los casos es decidir si nos hundimos o si salimos a flote.

 

Muchos van a sus trabajos, a sus estudios, a sus obligaciones, con amargura y resentimiento. Eso no va a cambiar para nada el hecho, pero sí les arruinará día a día la vida. Tal vez en muchas ocasiones no puedas simplemente cambiar algo, pero si puedes optar por cambiarte tú. Una máxima dice "cambias tú, cambia el mundo".

 

Ahora bien, no podemos disfrazar nuestros sentimientos, ¿o sí? Veamos, ¿alguna vez te has sentido tan pero tan mal que has dicho que no sirves para nada y que todo se sale mal? yo creo que sí, pero ¿te das cuenta que eso es mentira?, es decir, no puede ser que no sirvas para NADA o que TODO te salga más. Es una mentira, pero te engancha ¿verdad? Pues bien, intentemos la próxima vez algo y es mentir positivamente, así es, decir el extremo como "yo puedo con todo, nada me detiene" o la frase que quieras. Total, no tienes nada que perder, pero lo mejor es que si te logras enganchar de esa mentira positiva te darás cuenta de todos los recursos inutilizados que tienes en tu interior.

 

La vida va y viene, las decisiones nos llevan y nos traen, los aciertos al igual que los errores son parte de nuestra propia existencia lo que sí, hay algo que nadie nunca te podrá quitar y es la capacidad y responsabilidad de tomar tus propias decisiones.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

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Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/hJid7geREEs

 

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jueves, 6 de julio de 2023

Como dice en algunos espejos retrovisores de autos: "las cosas están más cerca de lo que parecen"


 Lograr lo que uno se propone necesariamente podrá llevar mayor o menor esfuerzo, dependiendo de muchas cosas, lo que si siempre requerirá será ingenio y creatividad. La historia de Dick Fosbury es un ejemplo de cómo cambiando el

enfoque se cambian los resultados.

 

En 1968 Dick Fosbury participó en las olimpiadas de México 68 logrando la medalla de oro en salto de altura así como imponer un nuevo récord olímpico: 2.24 metros. Lo curioso de todo esto es la forma en cómo lo logró. Hasta ese entonces, todos los que hacían el salto de altura lo hacían dando el vientre al listón (listón es la barra horizontal que se coloca a una altura determinada entre dos soportes verticales separados a unos 4 metros), en el caso de Dick Fosbury éste saltaba de espaldas al mismo y con el brazo más próximo extendido. Esto le permitía dejar menos espacio entre el centro de gravedad del saltador y el listón a superar, con lo que se ganaba altura. El resultado es el comentado con anterioridad y a partir de ahí fue la pauta de salto en este tipo de competencia hasta la fecha.

 

¿Por qué nunca antes nadie había intentado saltar así? Por que implicaba ver las cosas de diferente manera. Un axioma de la programación neurolingüística señala que si sigues haciendo las cosas igual no debes esperar resultados diferentes. Es así como el gran problema cuando nos enfrentamos a retos no es la manera de resolverlos, sino la manera en que los abordamos. Esto por una sencilla razón: todos los problemas tienen alguna solución, pero no todas las visiones pueden dar con ello.

 

Por eso es muy útil el consejo de corto plazo de dejar las cosas para resolver mañana cuando éstas son complicadas. El solo darle a nuestra mente la oportunidad de "reiniciarse" permite en muchas ocasiones ver las cosas desde otra perspectiva.

 

Hay un ejercicio que aplico en mis talleres para demostrar como la solución a los retos a veces está justo delante de nosotros y aún así no los vemos: se pone un tapete de 2 x 2 metros y en el centro un dulce. Se les pide a los participantes que sin nada más que su cuerpo y sin pisar el tapete sean capaces de agarrar el dulce. Unos se estiran, otros piden ayuda y los agarran, pero no pueden. Al final (si es que nadie ha dado con la manera de resolver el problema), simplemente me pongo en cuclillas y voy enrollando el tapete hasta llegar al dulce tomándolo sin nunca haber pisado el tapete.

 

Nuestra mente es muy potente pero también necesita ayuda para resolver de forma diferente los problemas que enfrenta. ¿Cómo podemos ayudarla? Aquí van cuatro sugerencias: (1) escribe tan detalladamente como puedas el problema y léelo de nuevo, te dará otra perspectiva, (2) cambiando actores y circunstancias platícalo con alguien y escucha sus comentarios, te dará otra perspectiva, (3) esfuérzate por escribir una canción o un poema que hable del problema, te dará otra perspectiva, y/o (4) vete a dormir y retoma el problema al día siguiente.

 

Todas las opciones anteriores hacen que la mente salga de su círculo habitual desde donde está enfocando el problema, hace que trabajen otras partes del cerebro o simplemente le dan una pausa en su razonamiento.

 

Como dice un dicho: si las cosas tienen solución ¿para qué te preocupas? y si no la tienen ¿para qué te preocupas? Más que preocuparse la cuestión es ocuparse solo recuerda que como dice en algunos espejos retrovisores de autos: "las cosas están más cerca de lo que parecen".

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

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Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/Wvwjg1NkaZM

 

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