jueves, 22 de abril de 2021

Al inicio los límites no alcanzarás y ya luego ¡los límites no importarán!


 

Los humanos somos seres duales, por un lado estamos limitados por el tiempo y el espacio y por otro no conocemos límites cuando de ideas, creatividad o trascendencia hablamos, éstas dos dualidades coexisten en nosotros y de las dos debemos aprender y enriquecernos sin dejar nunca que una excluya a la otra.

 

“¿Falta mucho para llegar?”, esta frase es aquella con la que los niños hacen un viaje más pesado al estar preguntando constantemente por el tiempo que falta para llegar a nuestro destino y es que desde que nacemos sabemos que todo tiene un principio y un final así que el camino que se inicia para llegar a una parte cuenta con un término al cual se desea llegar y por el que se pregunta.

 

Esta actitud de preocuparse por el principio y el final de algo, podemos extrapolarla a los aspectos de nuestra vida, sean estos personales, profesionales, familiares, sociales y demás, cuando constantemente estamos poniendo nuestra atención en lo que consideramos los límites que nos acotan.

 

Cualquier cosa que emprendas tiene (o al menos así lo sentirás) límites propios que te condicionan. Por ejemplo: estudiar algo implica que tendrás que dedicarle tiempo y esfuerzo (incluso en ocasiones dinero) lo cual es finito y por lo tanto debe ser bien aprovechado. De la misma forma cualquier cosa que hagas podrás identificarle ciertos límites que por decirlo en cierta forma constituyen condicionantes que no pueden soslayarse.

 

No quiero disertar sobre si los límites que pudiéramos enumerar de una u otra actividad de la vida humana existen o no, doy por hecho que si, al menos muchos de ellos, pero lo que sí me parece de importancia resaltar es ese cambio que el andar por la vida, más bien el luchar en la vida, va haciendo en ti y que es que esos límites pierden importancia pues la vida misma adquiere el valor que de inicio debe tener.

 

Me gusta ejemplificar esto como aquel deportista o acróbata que cuando comienza a practicar algún deporte o a preparar una nueva acrobacia, está pendiente de las condiciones limitantes para hacer bien las cosas e incluso para proteger su integridad física, pero conforme este deportista o este acróbata va adquiriendo maestría en su desempeño la actividad fluye casi automáticamente con una destreza y una seguridad que los límites iniciales prácticamente se borran del horizonte de quien ahora puede decir domina lo que emprendió.

 

Fíjate que hablé de “maestría”, pues bien, esa maestría que no es otra cosa que el dominio de lo que hacemos, puede realizarse en todos los aspectos de nuestra vida que nos propongamos, incluso en nuestra vida en conjunto, con lo que los límites con los que nos topemos, existan realmente o no, pasarán a un segundo término pues lo que adquirirá importancia será lo que somos y lo que hacemos.

 

Quiero explicar esto último ya que cuando los límites son los que están en primer lugar en tu vida estamos hablando de un enfoque en la misma hacia cosas que no eres tú sino más bien cosas que funcionan como fronteras para ti, pero cuando se adquiere esa maestría esos límites existan o no ya no son prioridad uno sino que tú misma vida se vuelve, o más bien recobra, la importancia cardinal que siempre debe tener.

 

¿Y qué puede hacerse para poner tu vida y no los límites en primer lugar? Una técnica muy sencilla (yo a estas técnicas las llamo “técnicas de bolsillo”) es que en este momento pienses en algo que en alguna ocasión consideraste imposible de realizar y que finalmente terminaste consiguiendo. El pensar en eso te debe hacer ver que en muchas ocasiones los límites, que pueden ser reales o no, actúan como barreras reales que finalmente son franqueadas si nuestra voluntad nos mantiene en la pelea.

 

Dicen que todo en esta vida requiere de esfuerzo, mucho o poco, pero esfuerzo al fin, y es verdad, ese esfuerzo si es constante nos permite desarrollar un carácter a prueba de todo y avanzar incluso a pesar de lo que tengamos en contra, así que no detengas tu andar recuerda que al inicio los límites no alcanzarás y ya luego ¡los límites no importarán!

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/6mPVXOARjRI

 

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