El reconocimiento del
liderazgo personal es algo que la mayoría ve como positivo, deseable, anhelado,
pero la cuestión que en ocasiones se pasa por alto implica el también reconocer,
entender y aceptar que ese liderazgo implica ciertos sacrificios, sacrificios que permiten a los
demás confiar en la labor de uno como líder.
En una ocasión en un
taller de liderazgo les pedí a los participantes que enlistaran aquellas cosas
por las que quisieran en algún momento dado ser reconocidos como líderes. El
trabajo fue por equipo y cada equipo generó una lista de no menos de diez ítems
relacionados con lo anterior, todos ellos muy agradables tales como
creatividad, decisión, inteligencia, don de gentes, etc.
Una vez que cada
equipo hizo y presentó esa relatoría, yo les presenté un listado de otros diez
ítems donde venían cuestiones que no eran tan agradables, tales como riesgo,
luchas, soledad, ataques, vituperios, desasosiego, etc. Con ese listado pedí
levantaran su mano los que quisieran vivir eso. Obvio que nadie la levantó.
Al poner las dos
relatorías de ítems, las que cada equipo había generado y la que yo les
presentaba, les comenté que ese era el paquete de ser líder. No solo lo agradable
que cada equipo había señalado sino también las otras cuestiones que están
aunadas a lo que significa ser un líder.
La misma imagen del
líder es de alguien que va por delante de sus seguidores, tanto de una manera
real como metafórica, y eso implica que ante los riesgos, esfuerzos personales,
esfuerzos que conociéndolos uno no puede ocultarlos de las gentes que desean
alcanzar ese reconocimiento pues no sería honesto de nuestra parte.
¿Y todo esto para
qué? pues para desarrollar ese nivel de conciencia, de conocimiento, de
voluntad que requiere ser un líder. De la misma forma para medir y medirnos en
esta cuestión e identificar esas, no digamos debilidades, sino áreas de
oportunidad que nos permitan enfocar las acciones necesarias para desarrollar el
liderazgo, liderazgo que sostengo siempre empieza con nosotros mismos antes de
extenderlo hacia los demás.
El liderazgo es algo
que aunque es deseado en ocasiones no es correctamente construido, esta
corrección en la construcción implica tener en ambas manos tanto lo negativo
como lo positivo de tal papel y saber desempeñarlo con valor y carácter incluso
en las situaciones más adversas, después de todo un buen líder siempre va al
frente de sus seguidores y si vienen problemas se adelanta aún más.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/NxFVNSSizkg
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