Si hay algo de lo que podemos estar seguros en esta vida es precisamente de que no podemos estar seguros de nada, esta situación lejos de permitir cause desasosiego en nosotros debe movernos a adoptar una actitud proactiva en nuestro proyecto personal que nos permita utilizar a nuestro favor incluso aquellas adversidades que enfrentemos.
Seguro estoy que
todos conocemos la historia de una o dos personas que a pesar de los grandes
desafíos que enfrentaron en su vida lograron hacer de ésta algo de excelencia
al grado de volverse un referente, pero no solo eso sino que esas mismas
personas reconocen que en muchas ocasiones esas adversidades fueron el origen
de la grandeza que lograron realizar.
Lo anterior puede
parecer contradictorio pues uno esperaría que una adversidad tuviera un impacto
negativo en lo que queremos lograr más que un impacto positivo, y este
razonamiento aunque correcto guarda un error en el mismo ya que solo considera
a la adversidad en sí sin considerarnos a nosotros como el sujeto que lleva las
riendas del proyecto de vida.
Si las cosas que
enfrentamos fueran las que definieran nuestra vida realmente sería muy poco lo
que podríamos lograr pues estaríamos a merced de que las circunstancias
externas fueran completamente favorables, pero los ejemplos de gentes que
teniendo todo en contra lograron salir adelante nos dice que esto no es así
sino que somos nosotros los que finalmente decidimos que hacer con lo que vivimos.
Volviendo a los
ejemplos que conocemos, yo creo que también pueden venírsenos a nuestra mente
los casos de dos o tres personas que enfrentando adversidades no supieron
sobreponerse a las mismas dando al traste con su proyecto de vida.
Sin tratar de juzgar
de una manera absoluta esto, pues cada quien sabe lo que vive, sí podemos señalar
que ante los diferentes resultados vivenciales de gente que ha experimentado
adversidades, debe haber algo personal, íntimo, que define el resultado final.
Piensa en algo que
hayas experimentado y que creíste resultaría para mal en tu proyecto de vida,
pero que ahora visto a la distancia no podemos decir que así fue, sino que al
contrario, sirvió para hacerte alguien mejor. Vamos, piénsalo, no puede ser tan
difícil ya que todos tenemos experiencias que en su momento creímos
devastadoras para nosotros y que vistas ya en el tiempo pierden ese cariz pero
nos dejan algo de valor.
Con esa reflexión
quiero que veas que en muchas ocasiones eso negativo que hemos vivido,
incluyendo lo positivo que pudo habernos dejado, ha sido más bien una cuestión
de causalidad que de volición, es decir, se dio por que sí más que por que lo
hayamos querido así.
De la misma forma
quiero que pienses que si eso es posible de darse solo por qué sí, también debe
ser posible de darse porque nosotros lo queramos. ¡Esa es nuestra ventana de
oportunidad en nuestro proyecto de vida! El hacernos responsables del mismo y
el buscar todas las experiencias para sacar lo mejor de nosotros por más
desagradables que éstas pudiesen en su momento ser.
No me digas que la
vida es pesada, que los retos son insalvables, o que las adversidades son
abrumadoras, ¿en el camino de tu vida te tropezaste con una piedra?, ¡qué bien:
úsala en la construcción de tu vida!
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/97BMBI4EvBQ
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