viernes, 27 de marzo de 2020

Paciencia, a veces las semillas tardan en germinar pero al final todas florecen



Si algo nos muestra la vida es que todo requiere de un tiempo y un momento, tiempo para llegar a la plena realización y momento para sernos perceptible, mientras ambas cosas suceden debemos seguir avanzando con ánimo pues cuando menos lo espere uno surgirá eso que estamos esperando.

Recuerdo cuando pequeño quise aprender a andar en bicicleta. Creo que mi experiencia no será diferente de la de todos: un intento tras otro, con miedo, angustia, nervios, ansiedad. Una caída tras otras, en ocasiones ya hasta la esperaba uno. Momentos frustrantes al no poder a pesar de lo fácil que se veía.  ¡De repente el milagro!, sin saber cómo cuando, donde o por qué se descubre uno andando en bicicleta como si hubiera uno nacido pedaleando.

Si uno desea algo en la vida, lo que sea, debe luchar por él. ¿Cuántas veces hemos oído eso? Creo que bastantes. Sabemos bien que el resultado final de la lucha, al menos el esperado, es precisamente lograr lo que queremos, pero ese logro, como cuando uno sube por una escalera, va aparejado de pequeños avances en ocasiones imperceptibles hasta que de repente logramos nuestro objetivo.

Pensemos en cualquier cosa que hayamos aprendido: un idioma, una técnica, un proceso, una canción, un baile. Todo implico poco a poco ir dominando – asimilando diría yo- lo que se requería para que al conjugarse nos diera el pleno dominio de lo que buscábamos.

Tal vez los ejemplos anteriores sean muy claros para nosotros, es más, tal vez incluso cuando uno empiece alguna de las cosas mencionadas anteriormente uno mismo se plantee que se requerirá de constancia y disciplina para lograrlas, y esto es correcto. Pero de la misma forma esto funciona con todas las cosas en nuestra vida, incluso con nuestra vida misma.

El carácter, la fortaleza, el dinamismo, la voluntariedad, la trascendentalidad, son cuestiones propias de nuestra vida, tal vez menos tangibles en cuánto a los qué y cómo se logran, pero de mayor alcance en cuanto a nuestra existencia se refiere.  Pero de la misma forma que los ejemplos antes mencionados, éstas devienen a la existencia cuando es el momento preciso después del tiempo necesario.

Lo que quiero decir es que diferencia de los ejemplos concretos iniciales, estas últimas características no dependen tanto de uno, sino más bien de nuestra misma existencia. A diferencia de aprender un idioma que dependerá de las horas, intensidad y seriedad que uno dispense para ello, el carácter, la fortaleza, el dinamismo, la voluntariedad, la trascendentalidad dependerá más bien de lo que permitamos que la vida haga en nosotros.

Imagina una lluvia, tenue pero constante, así es la vida. Por otra parte está la tierra donde cae la lluvia, esa es tu existencia. Llueve y llueve y llueve y tal vez no veas de un día para otro cambio alguno, es más tal vez no lo veas ni siquiera de un año para otro. Pero llegará el momento en que voltees y pasmosamente, como cuando de repente te soltaste andando en bicicleta, veas de golpe el cambio que se ha dado en ti.

¿Cuál es el consejo en esto? Paciencia y conciencia. Paciencia para permitir que las cosas sucedan sin la frustración del deseo incumplido y conciencia para estar atento todos los días, todos los meses, todos los años, para que cuando se dé el cambio estemos presentes.

Nuestra vida es un crisol donde se funden de manera tangible en nuestra persona los deseos, sueños, ilusiones y potencialidades, de esa fusión surgen pequeños brotes que en su momento se convertirán en robustos árboles frondosos. Así que no olvides paciencia, a veces las semillas tardan en germinar pero al final todas florecen.

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/kDwX169l8rc


También puede descargarse gratis el libro  “Salid de ella pueblo mío -2ª  advertencia: Doctrinas-”, desde www.rocefi.com.mx  (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)

No hay comentarios:

Publicar un comentario