Las características del mundo actual han puesto al
alcance como nunca antes la posibilidad de recibir educación, pero de la misma
forma el emprendedurismo ha demostrado que ésta no es un requisito sin el cual
no se consigue el éxito, el conciliar estas dos posturas nos permitirá tener no
solo claridad en cuanto al tema sino flexibilidad en cuanto las opciones de
vida.
¿Qué tienen en común
personalidades como Bill Gates, Steve Jobs, Frank Lloyd Wright, Buckminster
Fuller, James Cameron, Mark Zuckerberg, Tom Hanks, Harrison Ford, Lady Gaga o
Tiger Woods? Desde luego una
cosa es que se trata de personajes exitosos en sus respectivos campos de
actuación, pero la otra y más interesante es que todo ellos abandonaron en sus
momentos sus estudios universitarios, ¿esto quiere decir que la educación no es
necesaria para alcanzar el éxito?
Para
responder lo anterior hay que ver lo siguiente: lo primero es que no se trataba
de gente analfabeta sino que sí habían recibido educación formal y que fue en
sus estudios universitarios donde se termina la formación académica antes de su
conclusión formal; lo segundo es que el abandono de los estudios universitarios
se da porque su carrera laboral comienza a dar frutos, a diferencia del
pensamiento de abandonar los estudios para ir en pos del éxito; y por último
que en cierta forma éstos personajes tenían en sí ese potencial que les
permitió alcanzar el éxito sin necesidad de una carrera profesional.
Pero
si tuviéramos que contestar con un si o un no a la pregunta de si la educación
es requisito para el éxito o la falta de ella garantía de fracaso, la respuesta
es no, y así como estos casos comentados inicialmente se tienen muchos más en
la historia de la humanidad que demuestran lo anterior.
Pero
así como no es un requisito ineludible para alcanzar el éxito tampoco está
demás el obtener una formación, es más, la misma puede permitir compensar
ciertas deficiencias que como humanos tenemos. Paso a explicar esto.
Para
ser un buen cantante, para ser un buen escritor, para ser un buen atleta, para
ser lo que sea no es necesaria la formación formal podríamos decir, pero si se
requiere tener las capacidades para y (muy importante) una experiencia que
podríamos llamar formación informal. Pues bien, hay quienes no tenemos ciertas
capacidades pero que la educación nos permite subsanar con el manejo de la
técnica apropiada. Es así como la educación nos puede servir para alcanzar la
meta.
Pero
de la misma forma dejar en manos de la educación todo el potencial para
alcanzar nuestro éxito y nuestras metas es dejar de lado la responsabilidad de
nuestro destino que necesariamente es nuestra.
¿Cuál
sería un punto no medio sino más rico?, pues aquel donde la formación que
recibimos la completamos con la experiencia y la enriquecemos con nuestro
emprendedurismo, es así como el triángulo formado por
formación-experiencia-emprendedurismo nos genera una base, un soporte, una
plataforma sobre la cual podemos construir un futuro más estable y al mismo
tiempo con más opciones ante los retos que enfrentemos.
La vida actual exige no solo actitud sino también
aptitud, siendo que esto último tiene sus principales referentes en la
capacidad personal y la formación o habilitación para el desempeño exitoso, es
así que desdeñar la educación es como
subirse a un bote y rechazar los remos.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
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Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
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