jueves, 4 de noviembre de 2021

En la vida, cuando el camino es largo, los sueños deben ser grandes


 Las metas no son algo que solamente se alcanza sino algo que nos acompaña y que define mucho de lo que somos y de lo que hacemos ya que como metas, aunque aún no sean obtenidas, están y definen mucho de nuestra vida, en este sentido mientras más elevadas sean estas metas más impulsarán nuestro proyecto de ser cada vez más y mejores.

 

¿Te has dado cuenta como cuando vas a una parte que no deseas el camino se te hace muy pesado y que por el contrario cuando vas a un lugar que quieres ya desde que vas en camino vas disfrutando? Lo mismo pasa con la vida. Las metas que nos ponemos y las cuales llegan a formar parte de nuestra vida, van infundiendo energía y dinamismo a cada paso que damos. Pensar en las metas u objetivos como algo que se va a alcanzar es no estar viendo el panorama completo. En realidad desde el momento mismo en que la meta se convierte en algo que queremos para nosotros desde ese mismo instante comienza a permear lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos.

 

Quiero hacer aquí un paréntesis para aclarar la naturaleza de esas metas y objetivos que menciono, dichas metas y objetivos pueden ser de cualquier índole: materiales, personales, profesionales, sociales, grupales, mentales, espirituales.

 

Hago esta aclaración porque en el contexto del emprendedurismo, el liderazgo y la motivación en ocasiones se cree que esto está circunscrito a las metas y objetivos personales o profesionales, pero en realidad las metas y objetivos pueden ser variadas y diversas.

 

Una vez aclarado esto quiero llegar al meollo del asunto: el espíritu subyacente detrás de cada meta. Según la fuerza que anime esa meta o ese objetivo que persigues será la misma fuerza que te anime a andar y luchar en pos de eso. Es así que de lo elevado que sean nuestras metas dependerá el nivel que como personas estaremos deseando alcanzar en nuestra vida.

 

Esto es muy importante ya que aunque una meta no se alcance ésta puede servir para hacernos crecer como personas. Piensa por ejemplo en la meta de lograr la paz mundial, realmente y si somos sinceros bien podríamos considerarla como una meta que excede la capacidad de una persona, pero el solo hecho de que ésta persona tenga eso contemplado como meta y trabaje en pos de ello lo definirá como tal y le permitirá alcanzar más y mejores estados de desarrollo, y quien sabe, capaz y logra lo que tanto anhela.

 

Obvio que no todas nuestras metas deben ser de tal alcance, habrá otras más personales que estarán más al alcance de nuestra mano, no sin esfuerzo ni lucha pero sí con un ánimo de logro más práctico. Igual esas metas nos infunden el espíritu del que hablamos por lo que hay que cuidar lo que deseamos, no tanto porque se vaya a ser o no realidad, sino porque desde el momento mismo en que animamos esa idea en nuestro interior comenzamos a transformarnos en eso que pensamos.

 

Como verás, el énfasis que he estado dando en esta exposición de ideas se centra en dos puntos: el nivel que las metas y objetivos que buscamos tienen y que nos impelen a ser cada vez más y mejores y la fuerza que se desprende de esas mismas metas y objetivos para ayudarnos en nuestro andar, teniendo esto en mente no olvides que en la vida, cuando el camino es largo, los sueños deben ser grandes.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

 

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/3TWZ0BxkSLM

 

 

También puede descargarse gratis el libro  “Primero lo natural, luego lo espiritual -Leyes mosaicas: Sombras de lo venidero – Volumen 2”, desde www.rocefi.com.mx  (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)


No hay comentarios:

Publicar un comentario