jueves, 23 de septiembre de 2021

Trabajar en equipo no es solo que todos reman hacia una dirección sino que incluso todos construyen el barco


 

Una faceta del liderazgo es la capacidad de mover a los demás en pos de un objetivo o meta, pero este mover será mucho más eficiente y efectivo cuando ese objetivo o meta sea significativo para todos quienes están en pos de él.

 

Cuando hablamos de líderes generalmente nos viene a la mente esa persona que motiva y dirige a un grupo para alcanzar una meta u objetivo. Si bien esa imagen es correcta en ocasiones (y esto lo digo por la experiencia cuando de tratar este tema en talleres he hecho) muchos creen que ese liderazgo se ejerce a partir de una idea que busca inocularse en quienes serán los seguidores de ese líder.

 

Si bien esa es una faceta, es decir, el líder que motiva a los demás en pos de una idea, existe otra donde el líder construye junto con sus seguidores la meta u objetivo que todos alcanzarán. Tal vez muchos vean esto algo sencillo pero es mucho más complicado que lo primero ya que de inicio ¿cómo motivas cuando aún no existe la meta u objetivo?, y sin esa motivación inicial ¿cómo activas el proceso de cohesión grupal y por ende de liderazgo?

 

Si bien este tema y estas cuestiones las abordo con más tiempo y actividades a lo largo de mis talleres, no quiero dejar de lado esto que considero de suma importancia sobre todo en la actualidad cuando todo se cuestiona, todo se replica y para todo se pide una justificación, todo, incluyendo las acciones del líder.

 

Si bien es cierto que de inicio, cuando aún no se definen las metas u objetivos no podemos ver a un líder motivando y guiando a sus seguidores en pos de ello, lo que sí podemos esperar (y este es el meollo del asunto) es que ese líder sepa  identificar las motivaciones del grupo y encauzarlas para que entre todos establezcan la meta u objetivo que perseguirán.

 

Por ejemplo, un líder con una meta u objetivo ya trazado que busca motivar a sus seguidores para alcanzar eso es el típico caso del primer ejemplo que hemos visto, pero el segundo caso es aquel líder que al interior de un grupo busca puntos de vista comunes, problemáticas comunes, aspiraciones comunes, y mediante sus acciones va diluyendo de la meta u objetivo que finalmente servirá de guía para las acciones grupales.

 

No es lo mismo, dicho de otra forma, llegar y decir “aquí está la meta y vamos a hacer esto” a llegar y decir “¿cuáles son nuestras aspiraciones, nuestros deseos? y en función de esto ¿qué podemos hacer para lograr eso que queremos?”

 

No quiero poner un estilo de liderazgo por encima de otro ya que cualquier tipo y estilo de liderazgo dependerá de la situación, de los seguidores y de otros factores que deben ser tomados en consideración, solo diré a favor del propuesto aquí que cuando las metas u objetivos reflejan el sentir del grupo se establece de inicio un lazo emocional con la colectividad que imprime fuerzas al trabajo que se haga, de la otra forma, es decir, cuando ya se tiene la meta u objetivo y hay que motivar al equipo para alcanzarla, el líder deberá trabajar también en crear ese lazo emocional, lo cual no siempre sucede.

 

El ser líder implica no solo guiar y motivar al grupo para lograr una meta u objetivo sino también tiene una faceta relacionada con la capacidad de consensar en el grupo lo que se desea alcanzar, después de todo trabajar en equipo no es solo que todos reman hacia una dirección sino que incluso todos construyen el barco.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/amWH6p81APY

 

 

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