jueves, 20 de mayo de 2021

Solo hay un riesgo que no vale la pena correr: el riesgo de no lograr tus sueños por no intentarlo


Aunque sea una paradoja, la expresión de que “lo único seguro en este mundo es la incertidumbre” es una verdad que nos salta día con día andemos por donde andemos, pero curiosamente en esa incertidumbre está la semilla de grandes cosas pues si a pesar de ella avanzamos no habrá nada que pueda detenernos.

 

“¿Y si no lo logro?”, imaginemos que esta expresión hubiera sido la que hubiese definido el intentar o no muchas de las cosas que ahora conocemos como historia, simplemente Colón no hubiera llegado a América, Armstrong no hubiera caminado sobre la luna, Hillary no hubiera conquistado el Everest, y cientos si no es que miles de grandes ideas no hubieran llegado a concretarse. La diferencia en todos los casos fue que a pesar de ese “¿y si no lo logro?”, todos decidieron intentarlo.

 

“¿Sabes la probabilidad que tienes de sacarte la lotería con ese boleto?” –le señalaba una persona a otra que compraba un cachito. “No, no lo sé” –le contestaba la otra-“pero lo que sí sé es que de seguro esa probabilidad ha de ser mayor que si no comprara ningún cachito”. No todo es incierto en este mundo, si no intentas algo tienes el 100% de probabilidad de no lograrlo. Si bien estas ideas son obvias, evidentes, la actitud de uno en muchas ocasiones pareciera ser la de intentar solo aquello en lo que no exista riesgo de fallar, lo cual es de inicio imposible.

 

Cuando en mis pláticas sobre liderazgo hablo sobre riesgos y demás aunado al avanzar hacia nuestras metas y objetivos, me gusta ver el tema desde otra perspectiva. Comienzo pidiendo que cada quien señale algo que en un momento dado de su vida no intentó por el miedo al fracaso (obvio que esto es un ejercicio personal, no para comentar los resultados de manera pública). Luego les pido que piensen en lo que no consiguieron por ese no intentarlo. En este punto la mayoría pone precisamente las metas que no conquistaron (un trabajo, un negocio, etc.), luego les pido que señalen lo que, en caso de haber logrado esa meta se hubiera dado en tres niveles: personal, familiar y social. Una vez que hacen esto último les pido que se fijen en todo lo que pusieron en este punto y se den cuenta que en realidad lo que no lograron no fue la meta, sino más bien que lo que no lograron fue todo esto que señalaron al final.

 

Cuando uno piensa en función de una meta puede tener una visión de muy corto alcance en cuanto a los riesgos aunados al esfuerzo-resultado, pero cuando uno analiza todo lo que la conquista de la meta traería a su vida bien puede tener una perspectiva más amplia del verdadero riesgo que está corriendo. En esto quiero hacer el énfasis: El verdadero riesgo no está en no cumplir tal o cual meta, sino en no impactar nuestro desarrollo personal, familiar y social simplemente por no intentarlo.

 

¿Y el fracaso?, ¡ah!, el fracaso es una parte importante que no hay que dejar de considerar pues muchos creen que si fracasan el resultado personal, familiar y social es igual que si no lo hubieran intentado, pero yo no estoy de acuerdo con esta visión pues en mi experiencia quien intenta algo aunque no lo logre aprende y mucho, madura y mucho, crece y mucho, y ya con eso hay una ganancia aunque la meta no se logre tal y como se pensaba.

 

En otras ocasiones he señalado el valor que el esfuerzo tiene por sí mismo, ese esfuerzo dado incluso ante las peores incertidumbres que podamos encontrar en nuestra vida, nos va generando un carácter triunfador que tarde que temprano dará frutos en nuestra existencia. Pero si ni siquiera hay ese esfuerzo será muy difícil que la maduración como personas se dé, y muchas de las metas dependen precisamente del grado de madurez que como personas tengamos.

 

La preocupación de nuestro andar por la vida no debería estar en los riesgos que corremos, sino más bien en las metas que nos proponemos y en el esfuerzo que en el caminar hacia ellas imprimimos, así que recuerda solo hay un riesgo que no  vale la pena correr: el riesgo de no lograr tus sueños por no intentarlo.

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/ACaZIvJmQBQ

 

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