La
cuestión del liderazgo y ser líder tiene varias vertientes, una es reactiva,
otra es proactiva y otra es creativa, pero en todas estas vertientes
independientemente de sus diferencias la gran similitud del líder es la congruencia
entre lo que piensa, dice y hace.
El
liderazgo es estudiado por muchos pero practicado por pocos. Con esta frase inicié
un taller sobre liderazgo y una vez generado la polémica pasé a explicar el porqué
de esto. Contrariamente a lo que se cree, liderazgo no solo es que alguien logre
que otros lo sigan ya que si ese liderazgo no tiene una base sólida de ideas, motivos
y objetivos se convierte en una motivación inicial sin más resultados que la
decepción grupal.
El
verdadero liderazgo, tomando incluso la definición del mismo, implica conocer y
conocerse: conocer a los demás, sus intereses, sus carencias, sus deseos, sus temores;
conocerse uno mismo en las limitaciones, potencialidades, debilidades, fortalezas.
Con este conocimiento visualizar acciones y estrategias y entonces sí, dinamizar
al grupo para avanzar en pos de lo establecido.
Curiosamente
muchos tienen en mente un solo tipo de liderazgo tipificado por la persona que
guía y motiva, pero ese liderazgo en realidad tienen tres vertientes: la reactiva,
la proactiva y la creativa y las tres están bien pues cada una se corresponde
con la personalidad del líder, el temperamento del grupo y las características
de la situación en particular.
El
liderazgo reactivo es aquel que ante las situaciones que enfrenta establece acciones
que le permitan sacar el mayor provecho de ellas bien potencializando permita
dirigir más que ser dirigido. El liderazgo creativo es aquel que innova, que
sueña, que crea, que establece formas óptimas, ideales, incluso utópicas de ser
y hacer y luego busca la manera de llevar esas ideas a la práctica, a la
realidad.
Este
análisis viene a colación pues en ocasiones se quiere ajustar a la persona a un
tipo de liderazgo cuando más bien debe ser al revés. El liderazgo es el que se debe
ajustar a la persona. Si eres cauteloso y esperas a tener todos los elementos el
liderazgo que te queda es el reactivo. Si eres dinámico, te gusta estar en
acción y no puedes esperar a que todos los elementos encajen para poder
ejecutar tus acciones el tipo de liderazgo que te está es el proactivo. Si eres
osado, arriesgado, incluso imprudente, el liderazgo que te caracteriza es el
creativo.
¿Cuál
de esos tres liderazgos es mejor? Ni uno ni otro ni otro. Los tres dependen cómo
te comenté de ti, tus seguidores y las circunstancias. Pero si se me permite extenderme
en esta respuesta diré que el líder de excelencia es el que sabe combinar en sí
mismo estas tres tipologías pues las condicionantes anteriores le marcan la
pauta para ello.
Así,
una misma persona puede ser en un dado momento un líder reactivo, en otro momento
un líder proactivo y en otro momento un líder creativo. Igual si no se te da
manejar estos tres liderazgos en tu persona no hay problema: usa y explota aquel
que te calce, pero entonces sí pon mucha atención en las batallas que emprendas,
no vaya a ser que una batalla que requiera cierto tipo de liderazgo la emprendas
con otro que no ajuste y entonces los resultados no sean los esperados.
Ser
líder más que una técnica es un arte, el arte de conocerse, de conocer a los demás
y de conocer o al menos vislumbrar el futuro, un futuro que motive que mueva,
que dinamice las acciones personales y grupales hacia un objetivo común.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/zsLwDllQo-E
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de ella pueblo mío - 3ª advertencia: Prácticas-”, desde www.rocefi.com.mx (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)
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