miércoles, 16 de diciembre de 2020

Un sueño puede ser algo difícil de lograr, no lograrlo es aún más difícil de aceptar


 

Los sueños, las metas, aquello que sentimos que tenemos que lograr en nuestra vida, guarda la proporción entre el esfuerzo y la conquista, es decir, mientras mayor sea uno mayor será lo otro, como quiera que sea y a pesar de los pesares, no lograr eso que deseamos supongo es aún más difícil de aceptar que todo el sacrificio para lograrlo.

 

Quiero que pienses en la conquista del polo norte, de la cima del Everest, de la luna, por no mencionar más que algunas de las grandes proezas de que está matizada la historia de la humanidad en todas las áreas, ¿te imaginas todo el esfuerzo que detrás de cada logro individual o colectivo existe? Ahora hazte esta pregunta ¿ese esfuerzo se compensó con el logro de la meta?

 

Tengo una frase personal en la que señalo que el esfuerzo siempre será momentáneo pero que la conquista de la meta es para siempre. Piensa en esto: todo esfuerzo llega un momento en que termina, pero lo que hayas logrado quedará ya para siempre en tu vida como un éxito para ti.

 

Con esto en mente quiero hacerte ver esos momentos de desasosiego donde la carga que implica el esfuerzo pesa tanto que tentados estamos a tirar todo por la borda y a dejar que el fracaso nos arrope. Tengo otra frase en la que digo que ante el cansancio de nuestras luchas uno tiene todo el derecho de descansar, pero nunca de claudicar en lograr lo que nos hemos propuesto.

 

Quiero tengas en mente ambas frases. Cuando cansado estés por la lucha, descansa, retírate, toma un respiro, pero siempre ten en mente que todo tu esfuerzo solo será momentáneo y que una vez que logres la meta ese esfuerzo se diluirá cediendo su espacio al gozo de la conquista.

 

Otro ejercicio que puedes hacer y que recomiendo es pensar en algún logro que te llene de orgullo, que te haga sentir sumamente satisfecho contigo. Puede ser un logro personal, profesional, etc., pero debe cumplir la característica de ser algo que realmente te haga sentir bien, piensa en todo lo que en su momento tuviste que esforzarte para conseguir, momentos en que seguramente el fantasma de la claudicación sacó su cabeza sin que te lograras amedrentar por ello, ¿tu vida sería la misma si te hubieras dado por vencido?

 

Ahora bien, en este punto de la argumentación quiero hacerte ver una cosa, el esfuerzo y el logro de la meta son dos cosas relacionadas pero distintas, eso ya se ha comentado, lo otro que debes tener en mente es que toda lucha que emprendas te estará formando, no, mejor aún: transformando, en una persona diferente, con mayores recursos, con mayor carácter, con mayor fortaleza, es como un entrenamiento solo que en este caso aunque logres la meta el cambio personal no desaparece sino que te habilita para lograr más y mejores cosas en tu  vida.

 

Las batallas que constantemente estarás enfrentando en tu vida lograrán en ti grandes cambios pues modificarán la manera en que tienes de ver el esfuerzo y el logro, de la misma forma los sacrificios que el logro de las metas impliquen dejarán su espacio a la satisfacción de haber conseguido lo que te habías propuesto, así que no lo olvides: un sueño puede ser algo difícil de lograr, no lograrlo es aún más difícil de aceptar

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/OGafg5UQCHE

 

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