En muchas ocasiones hablando sobre la vida, el argumento
principal para justificar nuestro estado actual de desarrollo es que
simplemente no se nos presentó tal o cual oportunidad; si bien es cierto que
hay oportunidades que se nos presentan en la vida, oportunidades para las que
por cierto hay que estar preparados, también es cierto que en muchas otras
ocasiones las oportunidades deben ser creadas por uno.
En realidad, la consecución de las metas, sueños y
objetivos que nos hemos planteado, tienen, por así decirlo, tres opciones: una
es que se nos presente la oportunidad, otra que ante la oportunidad presentada
estemos preparados para aprovecharla, y una tercera donde no se presenta la oportunidad
pero nosotros mismos la creamos para usar en ella nuestras capacidades.
En muchas ocasiones el conseguir o no algo que nos hemos
propuesto estriba en que se den las condiciones para avanzar en ello, es a eso
a lo que llamamos una oportunidad presentada, pero para poder identificar que
se trata de una oportunidad debemos tener claridad precisamente en lo que
deseamos conseguir.
El que se presente una oportunidad no es sinónimo de que
podamos aprovecharla, para ello hay que estar preparado. De nada sirve tener
claridad en lo que queremos lograr si no hemos estado trabajando nuestras
capacidades para que, en función de lo que nos hemos establecido, poder tener
lo que necesitamos para lograr aquello.
Pero incluso puede ser que tengamos claridad en la meta,
sueño u objetivo que nos hemos planteado, incluso, como consecuencia de lo
anterior, que hallamos trabajado en nuestras capacidades, pero que la
oportunidad no se nos haya presentado,
en este caso lo anterior no es una fatalidad en nuestro andar en pos de lo
deseado ya que podemos subsanar el no contar con una oportunidad, creándola.
Crear una oportunidad tal vez sea mucho más complicado,
difícil e incluso requiere de mayor esfuerzo que el sólo aprovecharla, pero si
somos capaces de hacer lo que de nuestra parte esta para crear, si no todas
algunas condiciones necesarias para alcanzar lo que nos hemos propuesto, al menos
las que estén en nuestras manos crear, habremos
dando un salto enorme en configurarnos como artífices de nuestro propio
destino.
El tener metas, sueños y objetivos claros, y estar
preparado para aprovechar las oportunidades que la vida nos presente, nos será
de mucha utilidad para no dejar pasar esos momentos fugaces que pueden
ayudarnos en conseguir lo que queramos, pero de igual forma, si sabemos lo que
queremos lograr en muchas ocasiones seremos nosotros mismos quienes crearemos
las oportunidades que necesitemos.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo
puede verse en video en https://youtu.be/4OZfukIIqV8
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de ella pueblo mío - 1ª advertencia: Fiestas-”, desde www.rocefi.com.mx (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)
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