viernes, 22 de marzo de 2019

La oportunidad no solo requiere ser identificada y aprovechada sino a veces incluso creada



En muchas ocasiones hablando sobre la vida, el argumento principal para justificar nuestro estado actual de desarrollo es que simplemente no se nos presentó tal o cual oportunidad; si bien es cierto que hay oportunidades que se nos presentan en la vida, oportunidades para las que por cierto hay que estar preparados, también es cierto que en muchas otras ocasiones las oportunidades deben ser creadas por uno.

En realidad, la consecución de las metas, sueños y objetivos que nos hemos planteado, tienen, por así decirlo, tres opciones: una es que se nos presente la oportunidad, otra que ante la oportunidad presentada estemos preparados para aprovecharla, y una tercera donde no se presenta la oportunidad pero nosotros mismos la creamos para usar en ella nuestras capacidades.

En muchas ocasiones el conseguir o no algo que nos hemos propuesto estriba en que se den las condiciones para avanzar en ello, es a eso a lo que llamamos una oportunidad presentada, pero para poder identificar que se trata de una oportunidad debemos tener claridad precisamente en lo que deseamos conseguir.

El que se presente una oportunidad no es sinónimo de que podamos aprovecharla, para ello hay que estar preparado. De nada sirve tener claridad en lo que queremos lograr si no hemos estado trabajando nuestras capacidades para que, en función de lo que nos hemos establecido, poder tener lo que necesitamos para lograr aquello.

Pero incluso puede ser que tengamos claridad en la meta, sueño u objetivo que nos hemos planteado, incluso, como consecuencia de lo anterior, que hallamos trabajado en nuestras capacidades, pero que la oportunidad no se nos haya  presentado, en este caso lo anterior no es una fatalidad en nuestro andar en pos de lo deseado ya que podemos subsanar el no contar con una oportunidad, creándola.

Crear una oportunidad tal vez sea mucho más complicado, difícil e incluso requiere de mayor esfuerzo que el sólo aprovecharla, pero si somos capaces de hacer lo que de nuestra parte esta para crear, si no todas algunas condiciones necesarias para alcanzar lo que nos hemos propuesto, al menos las que estén en nuestras manos crear,  habremos dando un salto enorme en configurarnos como artífices de nuestro propio destino.

El tener metas, sueños y objetivos claros, y estar preparado para aprovechar las oportunidades que la vida nos presente, nos será de mucha utilidad para no dejar pasar esos momentos fugaces que pueden ayudarnos en conseguir lo que queramos, pero de igual forma, si sabemos lo que queremos lograr en muchas ocasiones seremos nosotros mismos quienes crearemos las oportunidades que necesitemos.



Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en  https://youtu.be/4OZfukIIqV8


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