viernes, 9 de junio de 2017

Recuerda: usa las cosas para llegar a ser... no al revés


En nuestro andar por la vida en pos de nuestras metas, sueños y objetivos, debemos tener cuidado de poner las cosas en orden y en prioridad y no sacrificar lo más importante por lo menos.

En ocasiones me da la impresión que quienes trabajamos las cuestiones de liderazgo, emprendedurismo y motivación, podemos dejar en quienes nos prestan atención, una falsa o errónea idea de que los objetivos, sueños y metas que uno tenga en la vida lo son todo y que merecen cualquier sacrificio para alcanzarlos.

Pero si uno piensa un poco en eso podemos ver que todos esos sueños, metas y objetivos que perseguimos están fuera de nosotros (nunca perseguiríamos algo que está dentro y que por lo tanto ya es nuestro), es decir, no son nosotros, pero en ocasiones tendremos que sacrificar algo que sí sea nuestro (tiempo, vida, esfuerzo) por conseguirlo.

De lo anterior podemos ver que lo que sacrificamos es lo que somos, mientras que lo que obtenemos es lo que tenemos, siendo así que es nuestra persona la que estamos entregando a cambio de lo que queremos.

Todo bien hasta aquí, incluso lógico, pero ¿qué pasa cuando lo que obtenemos es de menor valía que lo que entregamos? En ocasiones podemos dar tiempo, esfuerzo, nuestra propia vida, por tener algo, pero ¿vale la pena el esfuerzo, el sacrificio?

Cuando uno no tiene correcta esta perspectiva, una vez pasado el momento de euforia por haber conseguido lo que deseábamos, es entonces cuando viene ese sentimiento de vacío pues es cuando caemos en cuenta, consciente o inconscientemente, de que lo que dimos era de mayor valor que lo que obtuvimos.

De todo esto podemos sacar la premisa de analizar aquellas metas, sueños y objetivos en pos de los cuales vamos y ponerlos en la perspectiva de lo que daremos a cambio, repito: generalmente nuestro tiempo, nuestro esfuerzo, nuestra persona misma; y sacar así, por decirlo en cierta forma, las cuentas para ver si la inversión compensará el rendimiento.

Una sugerencia que nos puede ayudar en la operación anterior: revisa si al final, lo que entregues, aparte de ayudarte a lograr las metas, sueños y objetivos que te plantees, te permitirán ser una mejor persona.

No estamos llamados para simple y sencillamente acumular cosas en nuestra vida terminando al final con mucho pero sin nada. Si vemos hacia atrás podemos identificar que esos momentos de realización no tienen nada que ver con las cosas, sino con la persona, de ahí que el llamado individual es llegar a ser la persona de excelencia que estamos llamados a ser.

Las metas, sueños y objetivos tienen una función muy noble que es de dinamizar en nosotros aquellas fuerzas que nos permiten avanzar hacia la excelencia, siendo así que por lo tanto las primeras deben estar siempre en segundo lugar, después de todo recuerda: usa las cosas para llegar a ser... no al revés


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/w3aHKxXIV50


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