Los
sueños, metas y objetivos que nos fijamos en nuestra vida son los que le dan
forma a las acciones que cotidianamente desarrollamos para alcanzarlos, pero en
ocasiones puede pasar que lo que creemos es buscar algo que queremos bien
pudiera no ser así si ese algo que buscamos no nos apasiona.
Nuestro
andar por la vida siempre está definido por algo que queremos lograr, por algo
que queremos alcanzar. Ese algo es lo que llamamos sueño, meta u objetivo. Es
aquello que nos proponemos y a lo cual le invertimos tiempo, energía y esfuerzo
para conseguirlo.
Pero,
¿qué es algo muy común que sucede? Que en muchas ocasiones la vida se siente
vacía y sin sentido, esto a pesar de estar logrando todo lo que nos propusimos.
¿A qué se deberá esto?
Muchos
factores pueden estar detrás de ese sentimiento de vacuidad que podemos
experimentar a pesar del logro de los sueños, metas y objetivos que nos
fijemos. Yo quiero referirme solo a uno: el que aquello que perseguías no fuese
realmente lo que tú querías.
Paso
a explicarme. Si vemos aquello que cotidianamente hacemos en nuestra vida
podemos identificar fácilmente aquellas cosas que casi “forzosamente” tenemos
que hacer, lo queramos o no, esas son obligaciones impuestas y que tenemos que
realizar sea como parte de las obligaciones familiares, sociales o laborales
que tengamos.
También
podemos identificar aquellas cosas que creemos son deseos nuestros, pero aquí
el problema radica en identificar aquellos que realmente son sueños, metas y
objetivos de nosotros de aquellos que aunque sean deseos personales
correspondan a filias o fobias que si bien no son nuestros vía introyección los
hemos identificado como propios.
Hay gente que va por la vida, por ejemplo,
buscando dinero, fama o poder. Y mira
que lo desean con todas las fuerzas de su alma. Pero lo que no identifican es
que la sociedad, sus amigos o la familia son los que fueron construyendo en su
mente y en corazones os deseos por lo que ahora corren tras de ellos como si
fueran propios, aunque no lo son, sintiendo un vacío interno cuando son
alcanzados.
Una
prueba para dilucidar si eso que deseamos es realmente aquello que nos
impulsará a ser mejores, a sentirnos más plenos, es ver el grado en que ese sueño,
meta u objetivo nos ilusiona. Esa ilusión es lo mismo un deseo y una pasión que
una fuerza esperanzadora y satisfactoria. Responde lo mismo a los ¿por qué? y
¿para qué? que podamos hacernos de ello y le da un sentido de trascendencia a
nuestra vida. Un poco complicado, pero no imposible, y con todo y todo es más
complicado vivir son ese sentimiento de vacuidad al perseguir metas que no
terminan llenándonos.
La
pasión que un sueño, meta u objetivo imprime a nuestro andar por la vida es la
prueba de fuego del mismo y de nosotros, del sueño, meta u objetivo en función
de que realmente es nuestro y de nosotros de que su conquista esta en nuestro
corazón.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/oSi6AGOPwyM
También puede descargarse gratis el poemario del
mismo autor "Perfectos son tus caminos” -50 poemas en la línea del
pensamiento cristiano-, desde www.rocefi.com.mx (Menú
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