Una de las principales restricciones o limitantes que como seres humanos experimentamos es sin duda el tiempo. El tiempo es algo de lo que constantemente buscamos sacar el mayor provecho, generalmente para ello buscamos priorizar nuestras acciones pero en esa priorización no debemos dejar de lado lo que realmente vale.
Haz
una lista con cinco cosas que te gustaría hacer este fin de semana. ¿Listo? Muy
bien. Ahora imagínate que por X o Y solo dispones de cuatro horas para hacerlas
y dado que ya no te alcanza el tiempo para las cinco cosas tienes que tachar de
tu lista algunas, ¿cuáles tacharías y por qué?
Casi
todos los días nos vemos enfrentados en mayor o menor medida a decisiones como
esta donde tenemos que priorizar nuestras acciones en función de lo urgente o
lo importante. ¿Por qué digo esto? Aparte de la experiencia personal, que
supongo tú compartirás, también está la experiencia profesional que he visto en
mis talleres de desarrollo personal cuando hago el ejercicio anterior, pero ¿y
lo trascendente?
Así
es: lo trascedente. El ejercicio anterior se resuelve digamos de una forma más o
menos fácil cuando para sopesar nuestras acciones utilizamos el criterio de lo que
consideramos urgente o importante, después de todo eso hacemos todos los días,
pero ¿y el criterio de lo trascendente?
Pocos
son los que al tomar decisiones para priorizar acciones, sí, usan el criterio de
lo urgente y de lo importante, pero además de lo trascendente. Cuando uso este
término de lo trascedente me refiero a aquello que sirve para llevarte a la totalidad
de tu ser, a transformarte en el ser de excelencia que estás llamado a ser, a
llenarte completa y totalmente y permitirte alcanzar tu destino y a lo que estás
llamado.
Sé
que lo anterior no define de manera práctica, concisa y objetiva el término
pero eso es porque cada quien debe definirlo en función de su propia persona.
Lo único que puedo sugerirte, para que tu tiempo realmente sea de manera
provechosa aprovechado es que cuando priorices lo que harás tomes en cuenta lo
urgente, lo importante y lo trascendente.
Dado
que el tiempo es finito y nuestros deseos prácticamente infinitos, debemos tener
la sabiduría capaz de decidir en función de nuestro proyecto de vida lo que deseamos,
así que no olvides que para priorizar tus acciones no solo consideres lo
urgente o lo importante sino también lo trascendente.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/qlU0pmw9Wt0
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