Una
de las principales características que podemos valorar en una persona es su
congruencia, cuando alguien es congruente con lo que piensa, dice y hace genera
una confianza que le permite a los demás valorarlo como persona con integridad
y carácter y la verdad dicho sea de paso eso es algo inapreciable.
Los
seres humanos somos realmente complejos, no solo pareciéramos tener un sinfín
de peculiaridades en nuestra personalidad sino que ésta constantemente está
cambiando. Ante esto generalmente expresamos no sin un dejo de cierto desaliento
que nunca terminamos de entender y mucho menos conocer a los demás.
Si
bien esto es cierto, tampoco quiere decir que de plano no podamos llegar a un nivel
de entendimiento general de los demás y de conocimiento o más bien reconocimiento
de lo que son, incluso de sus pensamientos y de sus sentimientos, pero para
esto se requiere ser bastante receptivo y perceptivo.
Esta
receptividad y esta perceptividad consiste en no dejarse llevar por las apariencias
sino considerar el todo de lo que el otro es como eso: un todo que hay que
tener presente para poder emitir juicios de valor. Este todo es alguien con sentimientos,
con pensamientos, con luces y sombras, con defectos y cualidades, entonces,
¿cómo abordar lo que parece ser una tarea titánica?, una propuesta para ello es
mediante la congruencia.
Si
uno quiere partir de un evento, un suceso, un logro o un resultado específico para
sacar una conclusión general de la persona lo más probable es que erre en su
intento por conocerla, por entenderla, por describirla; pero una cosa que uno puede
hacer para disminuir esa probabilidad de errar es ver a esa persona y efectuar
un análisis a lo largo de todo el tiempo que tenga uno de conocerlo (y más
incluso si es posible) tratando de ver si hay congruencia entre lo que dice y
lo que hace, de ahí y validar sus pensamientos (muchas expresados por la misma persona)
solo hay un paso.
Pero
este ejercicio también es aplicable a ti y esto debes tenerlo siempre en mente ya
que los demás de igual forma pueden estar evaluándote en función de lo que dices
y haces y de los pensamientos que muchas veces expresas. Por lo que la mejor
sugerencia para uno mismo es ser congruente en nuestras palabras y nuestras
acciones con lo que pensamos y con lo que sentimos ya que tarde que temprano,
sino lo somos, alguna incongruencia de nuestra parte dejará ver ese absurdo con
lo que la valoración de los demás hacia nosotros no saldrá bien labrada.
Nuestra
vida muestra mucho de lo que somos, pero no todo, lo que vamos logrando solo es
una parte de los resultados que en nuestro andar hemos alcanzado, pero para ser
congruente eso debe estar en línea con nuestros dichos y nuestros hechos,
después de todo lo que eres no se demuestra con lo que tienes, sino con lo que
dices y con lo que haces.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/nIybAVfMVd8
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