Una cosa es decir, otra muy distinta es hacer y aunque lUna cosa es decir, otra muy distinta es hacer y aunque las dos pueden estar relacionadas es la segunda la que nos pone en movimiento en el camino al logro de los sueños, metas y objetivos que nos planteemos.
Yo
creo que todos conocemos a alguien, ¿y por qué no?, tal vez hasta a nosotros en
algún momento lo hemos hecho, que se la pasa diciendo lo que hará pero sin nunca
concretar nada. Ese tipo de personas pareciera que se conforma con vivir en sus
sueños, metas y objetivos de manera abstracta sin tener esa necesidad imperiosa
de realizar eso que desea y hacerlo algo concreto, tangible, real.
Lo
que uno dice siempre compromete, compromete puesto que uno hace visible algo
que de otra forma sería invisible, sobre todo para los demás, y esos son los ideales,
los sentimientos, e incluso las aversiones que en nuestro interior tengamos, en
ese sentido cuando uno habla está estableciendo un parámetro de referencia ante
los demás para juzgar nuestros dichos en función de nuestros hechos.
En
esta etapa es donde la respuesta que demos a través de nuestros hechos a nuestros
dichos es la que le dará congruencia y coherencia a lo que somos. Las acciones
que pongamos en nuestras palabras es una forma de señalar a los demás y también
a uno mismo que en primer lugar creemos en lo que hemos dicho y en segundo
lugar queremos lo que hemos expresado, de otra forma nuestras palabras
simplemente serán anecdóticas sin mayor relevancia que algo que va y viene sin
mayores consecuencias.
Está
bien decir si en eso comprometes tu hacer, pero si hablas y hablas y hablas sin
nunca concretizar nada lo único que haces es minar la confianza y credibilidad de
los demás en ti e incluso tu misma confianza y credibilidad ¿por qué? porque poco
a poco los demás se darán cuenta de que solo dices por decir sin cumplir y en
ese mismo sentido tu yo interior comenzará a tomar eso como un rasgo de carácter
contentándose, como comenté al principio, con simplemente hablar de sueños,
metas y objetivos sin tener esa necesidad de realizarlos.
También
está el otro aspecto, aquel de aquellos que sin decir hacen, en este caso podemos
decir cómo se comenta popularmente que “las palabras salen sobrando”.
Una
persona así, aunque no diga de antemano lo que hará genera confianza en que es
alguien de acción y de resultados. No necesita estarse “vendiendo” diciendo y
diciendo lo que hará puesto que sus hechos hablarán incluso más fuerte de él
que lo que podría hablar sus dichos.
Las
acciones deben ser parte de nuestras expresiones ya que se supone que las primeras
siguen a las segundas y que en el fondo ambas son motivadas por creencias
superiores, creencias en lo que somos y en lo que podemos lograr, en lo que
tenemos y en lo que podemos tener, y en lo que somos y en lo que podemos hacer.
El
decir sin duda alguna nos compromete, pero el hacer es el que finalmente construye
lo que nos propongamos, en ese sentido no pierdas mucho tiempo diciendo lo que
harás, mejor hazlo y deja que tus acciones hable por ti.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/UtzkCMhN2-4
También puede descargarse gratis el libro “Cosas
nuevas y cosas viejas -Temas de estudio de los cuales uno nunca deja de
aprender- Libro 2”, desde www.rocefi.com.mx (Menú
“Libros” Sección “e-book gratis”)as dos pueden estar relacionadas es la segunda la que nos pone en
movimiento en el camino al logro de los sueños, metas y objetivos que nos
planteemos.
Yo
creo que todos conocemos a alguien, ¿y por qué no?, tal vez hasta a nosotros en
algún momento lo hemos hecho, que se la pasa diciendo lo que hará pero sin nunca
concretar nada. Ese tipo de personas pareciera que se conforma con vivir en sus
sueños, metas y objetivos de manera abstracta sin tener esa necesidad imperiosa
de realizar eso que desea y hacerlo algo concreto, tangible, real.
Lo
que uno dice siempre compromete, compromete puesto que uno hace visible algo
que de otra forma sería invisible, sobre todo para los demás, y esos son los ideales,
los sentimientos, e incluso las aversiones que en nuestro interior tengamos, en
ese sentido cuando uno habla está estableciendo un parámetro de referencia ante
los demás para juzgar nuestros dichos en función de nuestros hechos.
En
esta etapa es donde la respuesta que demos a través de nuestros hechos a nuestros
dichos es la que le dará congruencia y coherencia a lo que somos. Las acciones
que pongamos en nuestras palabras es una forma de señalar a los demás y también
a uno mismo que en primer lugar creemos en lo que hemos dicho y en segundo
lugar queremos lo que hemos expresado, de otra forma nuestras palabras
simplemente serán anecdóticas sin mayor relevancia que algo que va y viene sin
mayores consecuencias.
Está
bien decir si en eso comprometes tu hacer, pero si hablas y hablas y hablas sin
nunca concretizar nada lo único que haces es minar la confianza y credibilidad de
los demás en ti e incluso tu misma confianza y credibilidad ¿por qué? porque poco
a poco los demás se darán cuenta de que solo dices por decir sin cumplir y en
ese mismo sentido tu yo interior comenzará a tomar eso como un rasgo de carácter
contentándose, como comenté al principio, con simplemente hablar de sueños,
metas y objetivos sin tener esa necesidad de realizarlos.
También
está el otro aspecto, aquel de aquellos que sin decir hacen, en este caso podemos
decir cómo se comenta popularmente que “las palabras salen sobrando”.
Una
persona así, aunque no diga de antemano lo que hará genera confianza en que es
alguien de acción y de resultados. No necesita estarse “vendiendo” diciendo y
diciendo lo que hará puesto que sus hechos hablarán incluso más fuerte de él
que lo que podría hablar sus dichos.
Las
acciones deben ser parte de nuestras expresiones ya que se supone que las primeras
siguen a las segundas y que en el fondo ambas son motivadas por creencias
superiores, creencias en lo que somos y en lo que podemos lograr, en lo que
tenemos y en lo que podemos tener, y en lo que somos y en lo que podemos hacer.
El
decir sin duda alguna nos compromete, pero el hacer es el que finalmente construye
lo que nos propongamos, en ese sentido no pierdas mucho tiempo diciendo lo que
harás, mejor hazlo y deja que tus acciones hable por ti.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/UtzkCMhN2-4
También puede descargarse gratis el libro “Cosas
nuevas y cosas viejas -Temas de estudio de los cuales uno nunca deja de
aprender- Libro 2”, desde www.rocefi.com.mx (Menú
“Libros” Sección “e-book gratis”)