La realización de los individuos pasa necesariamente por el concepto de la libertad personal ya que sin esa libertad no puede decirse que el potencial personal es realizado, pero esa libertad debe ser vista como un fruto que se consigue después de mucho esfuerzo, esfuerzo que comienza con la justicia.
En
muchas ocasiones en cursos, conferencias y talleres que me ha tocado dar, aunque
no se trate del tema propio del evento, surge la cuestión de la libertad, respecto
de esto algunos la dan como un hecho, es decir, como algo que poseemos y que
debemos aprovechar, otros por el contrario son críticos en el sentido de
señalar que más bien es algo que se construye día a día y que lejos estamos de
haber alcanzado plenamente, sin entrar en este tipo de discusión ya que ambas
partes parten de una percepción personalísima y por lo tanto respetable,
siempre señalo que independientemente de cualquiera de esas dos posturas ambas
pasan necesariamente por la cuestión de promover, luchar, procurar la justicia
tanto a nivel personal como social, de otra forma no podemos hablar de
libertad.
Menciono
esto porque en muchas ocasiones me da la impresión que esa motivación,
liderazgo y emprendedurismo que se promueve para alcanzar las metas y objetivos
personales, deja de lado la cuestión de los demás volviéndose en algo no solo
egoísta sino incluso excluyente. Sé que tal vez algunos no estarán de acuerdo
pero una premisa de la que parto, la cual sostengo y defiendo, es que en ese
camino de la autorealización no todo se trata de tener más sino, y más importante
aún, de ser más. Pero esto a veces es difícil de entender o aceptar ya que para
ello se requiere una filosofía de vida que permita poner las cosas a trabajar
por uno y no al revés, ver a los demás como una parte de uno y a uno como una
parte de los demás, y entender que tenemos una responsabilidad inherente con el
mundo, la naturaleza y el futuro.
En
este sentido esa justicia por lo que abogo no es la justicia legal contenida en
las normas jurídicas y sociales (que desde luego son las premisas básicas de cumplimiento
para el orden social y para la interacción personal), sino en esa justicia que
parte de la visión anterior y que lleva la letra de la ley a un espíritu superior
donde el extra en el comportamiento y la congruencia en nuestras acciones
muestra el carácter del que estamos hecho.
Cuando
platico de esto, y haciendo referencia con el tema de esta disertación, me gusta
señalar el ejemplo de una huerta. Voy preguntando uno por uno la clase de frutas
que les gustan, manzanas, peras, uvas y un sinfín de opciones van surgiendo.
Luego ennumero todas las actividades que tienen que hacerse para que ese fruto
llegue a ser: arar, sembrar, regar, abonar, limpiar, recolectar, etc.
“Levanten
la mano todos los que dijeron un fruto que les gustaba”- les pido. Una vez que
todos la tienen levantada les solicito “déjenla levantada quienes estén dispuestos
a trabajar, no un año, sino toda la vida, arando sembrando, regando, abonando,
limpiando y recolectando”. Obvio que la mayoría sino es que todos la dejan
arriba. “Pues de la misma forma quien desee esa libertad para uno y para los
demás todos los días deberá trabajar durante toda su vida en que la justicia sea
en todos y para todos”- concluyo.
Y
bueno, ¿esto qué tiene que ver con liderazgo, emprendedurismo y motivación?, casi
nada solo que el hecho de liderar, emprender y motivar implica que pretenderemos
cambiar las cosas, no creo que para mal, y por ende esa búsqueda de hacer las
cosas mejor llegará a puntos donde esa búsqueda de justicia deberá aterrizarse
en acciones concretas, de la misma forma nos sirve para entender que en el
caminar a nuestras metas nos encontraremos con muchas injusticias y que si no
nos gusta eso (que seguro estoy es así) la única acción congruente es luchar no
solo contra la injusticia que encontremos en nuestro andar sino contra
cualquier injusticia pues todo es un sistema donde no puede solo trabajarse un
punto descuidando los demás.
Aquí
no vamos a dar líneas de acción para esta búsqueda de justicia, eso queda para
el libre albedrío de cada quien, la intención es mover a reflexión personal y despertar
en cada quien ese consiente que yace en ocasiones dormido en nuestro interior
para sabernos y reconocernos no solo como hacedores de nuestro futuro sino como
verdaderos co-creadores del mundo, así que no olvides que si quieres árboles de
libertad, siembra semillas de justicia.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/3zc9YRvyu-E
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