Nuestro
mismo caminar por la vida nos va dejando un cúmulo de experiencias que van
definiendo nuestros valores, nuestras filias, nuestras fobias, en otras palabras
nuestro carácter y nuestra personalidad, lo que somos y lo que mostramos, todo
esto se convierte queramos o no en algo con lo que cargaremos, pero esa carga
puede ser a favor o en contra de nuestro proyecto de vida si es que nos ayuda a
construirlo.
Si
analizas lo que actualmente eres te darás cuenta del conocimiento, las habilidades,
las actitudes y los valores que conforman eso que puedes llamar tu personalidad.
Todo eso se ha ido construyendo a lo largo de tu vida con base en las diferencias
experiencias que has tenido. Esas experiencias, si han sido favorables en su
percepción o si han arrojado un resultado agradable o aceptable generará en ti
estados de ánimo positivos, caso contrario si estamos hablando de sucesos
desfavorables o resultados desagradables.
Como
esa experiencia se vuelve lo que somos, o nosotros nos volvemos esa experiencia,
tenemos el problema de que no podemos decidir propiamente dicho con qué nos
quedamos y que desechamos, ya que esas experiencias están ancladas en nuestra
misma vida y desconocerlas solo sería posible si no las hubiéramos vivido.
Pero
una cosa es no poder cambiar nuestra historia y otra muy distinta el que dejemos
que la misma nos ancle en lo que fuimos, así es: lo que fuimos. Me ha tocado
estar dirigiendo varios talleres de liderazgo, motivación y emprendedurismo y
me he dado cuenta cómo es que esas experiencias negativas uno las va cargando
por la vida como bolsas que cada vez nos pesan más y más y no nos permiten
avanzar pues siempre están ahí para recordarnos que no podemos, que no
intentemos o, peor aún, que no merecemos.
Hay
muchas técnicas para aceptar nuestra historia, reconciliarnos con ella y avanzar
tomando de la misma aquello que nos ayude a construir nuestro proyecto de vida.
Algunas técnicas llevan más tiempo en hacerse o en dar resultado, otras son más
personales e íntimas, pero al final todas concurren en lo mismo: aceptación,
reconciliación, utilización.
Aceptación
de nuestra historia de vida como algo valiosísimo desde el punto de vista de
que nuestras experiencias nos han hecho lo que somos, reconciliación con todo
aquello que podríamos enmarcar como negativo, sea que lo hayamos hecho o lo
hayamos experimentado, para liberarnos de la pesadez que implica el conflicto,
y utilización, así es, utilización ya que toda experiencia, buena o mala, conlleva
una lección de la cual podemos sacar provecho si la usamos para no solo ser más
sino mejores.
Te
propongo un ejercicio sencillo para dar ese primer paso: toma una foto de cuando
estabas chico y mírala. Trata de recordar como eras, como pensabas, como
sentías. Después de un tiempo háblate, así es, háblate y platica de aquellas cosas
negativas que aún te pesan de tu vida (te sugiero cada ocasión sea una sola
cosa para no mezclar ideas y sentimientos). ¿Que qué vas a decirte? Lo que te
nazca. Créeme, este ejercicio de manera natural te va llevando por caminos que requieren
ser recorridos para ser sanados.
No
me gusta dar muchos pasos pues la idea es que tú te vuelvas tu propio maestro
de vida. Así que sólo háblate, háblate de esa experiencia, sin justificar ni condenarte,
solo como algo que fue. Después de hablarte durante todo el tiempo que querías
(eso lo sabrás cuando sientas que ya has dicho todo lo que tenías que decir)
viene ahora la otra parte: quédate viendo esa tu foto y escucha la respuesta
que ese niño que fuiste te daría. Solo escucha sin juzgar, sin criticar, sin condenar.
Solo escucha. Poco a poco verás grandes cambios que te permitirán avanzar en tu
vida con más ligereza.
Lo
que somos está hecho de cosas buenas y cosas no tan buenas que hemos vivido,
pero la magia de nuestro ser estriba en que podemos usar las primeras y transmutar
casi milagrosamente las segundas para incluso de ellas aprender, así que no lo
olvides en la vida, carga lo que te hace mejor y deja lo que no, ¡ah!, y no olvides
que al revés no funciona.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/zm4PynlUGVs
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