Para lograr lo que
nos proponemos, no hay nada mejor que la acción. Muchas frases son las que
señalan esto y no están equivocadas. De la misma forma hay que señalar que esa
acción debe ser constante para terminar por triunfar ante las adversidades que
se nos presenten.
Si vemos cualquier
proceso que implique lograr una meta, un objetivo, podremos ver tres momentos:
el inicio, el inter, y el logro. El inicio es ese primer paso que se da, la
fase primera que abre la puerta a todas las acciones que posteriormente se desarrollaran.
No es el momento mismo en que se piensa la meta u objetivo o se vislumbra el
sueño que se pretende lograr, sino más bien se refiere a la primer acción
necesaria para hacerlo realidad. El logro es precisamente cuando la meta, objetivo
o sueño se ha conquistado, cuando ya hemos conseguido lo que nos habíamos
propuesto. El inter es el período que está entre el inicio y el logro y engloba
en sí todas las acciones que hacemos para avanzar del primer punto al segundo.
¿Cuál de estos tres momentos crees dure más?
Dado que el inter es
el período de mayor duración de los tres momentos anteriores es precisamente en
ese donde debemos enfocar nuestras energías y estar conscientes de que dada la
mayor duración que presenta, nuestra constancia y disciplina debe ser también
extrema para poder cumplir con él.
Sé que habrá casos de
gente que por pura suerte obtuvo lo que siempre deseó en la vida, pero también
sé que esos casos son contados. La mayoría de todas las personas que pudiéramos
analizar se pondrían en el grupo de los que tuvieron que luchar por lo que
querían y esas personas podrían dar fe de que el no cesar en esforzarse para
conseguir lo que deseaban fue lo que marcó la diferencia.
Piensa en un logro
que te haga sentir orgulloso, un logro que también haya implicado en su momento
grandes esfuerzos de tu parte. ¿Qué hubiera pasado si en uno de esos esfuerzos
te hubieras sentido derrotado y hubieras abandonado la lucha por lograr lo que
querías? La historia para ti en este momento sería bastante diferente, ¿verdad?
Pero bueno, eso es el
pasado, tu pasado, un pasado que nos permitir ver ciertas correlaciones de
variables y sacar ciertas conclusiones, como la que acabamos de hacer, pero lo
más importante es que ese conocimiento lo podemos traer al presente para que
nos sirva en lo que actualmente estamos esforzándonos por conseguir, ¿cómo?,
mira, te explico.
Como ya tienes el
referente de logros que has conseguido y que si hubieras cesado en tu esfuerzo
mientras luchabas no hubiera sido así, piensa en eso cuando estés en la
actualidad o en el futuro en una lucha que esté tan pesada que pienses en desistir.
Capaz y ese momento es el último que requieres para lograr la meta y tirar todo
por la borda te dejará con esa meta al alcance de tu mano pero sin poder
lograrla.
¿Quién dice que ese
esfuerzo necesario que está a punto de derrotarte no es el que hará la
diferencia entre la conquista o el fracaso? Así como en tu pasado hay esfuerzos
que marcaron la diferencia, hoy o mañana eso puede presentarse de nuevo en la
forma de nuevas luchas por alcanzar tus sueños y viendo hacia atrás podemos
tomar la firme determinación de seguir en la pelea hasta conquistar lo que
deseamos.
Yo siempre digo que
cada paso que damos nos acerca más a la meta que nos hemos fijado, así que el
seguir esforzándonos por conseguir algo que deseamos es una mejor inversión que
darnos por vencido, después de todo el triunfo es más cuestión de tenacidad que
de casualidad.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/TWiIwwT3JtY
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