La
vida tiene tal dinamismo que prácticamente no hay nada que pueda semejársele,
pudiéramos tratar de semejarla a un mar donde las olas van y vienen y nunca
está en calma, pero aún con esta imagen nuestro símil se quedaría corto. Ante
este escenario, y dado que no podemos hacer nada para impedirlo, las opciones
que tenemos es participar o no de los cambios que la vida conlleva.
Muchos
ejemplos de la vida nos remiten a la idea del cambio y de un cambio donde
podemos ser partícipes o no. En una ocasión hablando de elecciones políticas,
un amigo mío se negaba a participar pues estaba bastante decepcionado de los
gobiernos en turno. Una vez que pasaron las elecciones se seguía quejando del
gobierno a lo que le comenté que él tuvo en sus manos, con su voto, cambiar las
cosas, pero que optó por dejar ser, por decirlo en cierta forma, lo que ahorita
era.
Igual
si no te gusta ese ejemplo podemos pensar en muchos más: un amanecer, la edad,
los amigos que vienen y van, el dinero, la salud, etc., lo que quieras, cualquier
cosa en la que pienses sea de tu ámbito personal, familiar, profesional o social
o de tu aspecto físico, mental, emocional o espiritual, lo veras sometido al constante
cambio.
Ese
cambio forma parte de la vida misma, ya que si te fijas, mientras menos cambios
tienen algo es señal que no está vivo. Piensa en una piedra. Pueden pasar
décadas y casi no cambiar. Está muerta. Pero algo vivo no, la vida imprime una
característica de dinamismo realmente avasallante si pensamos en ello. Así que
en ese tenor de ideas es realmente imposible que puedas detener los cambios que
la misma vida tiene.
Ahora
bien, si no puede detener esos cambios lo que sí puedes hacer es ser parte de
ello, a veces originándolos y otras veces simplemente participando en la dinámica
misma. Esto es muy importante ya que a veces solo puedes participar de los
cambios, no ser quien los origine, otras veces, sobre todo cuando las circunstancias
dependen de ti, sí podrás originar los cambios, pero en todas las ocasiones lo
que siempre podrás hacer es participar de ellos e imprimir tu sello personal en
los mismos.
Este
imprimir tu sello personal quiere decir sacar algo bueno de ellos y poner algo bueno
de ti en ellos, quiere decir aprender y madurar en los mismos y prepararte para
lo que viene, quiere decir usarlos antes que ellos te usen y decidir en la medida
de lo posible la manera en que permitirás incidan esos cambios en tu proyecto
de vida.
En
este momento mismo cambios se están dando en ti y alrededor tuyo, cambios que
solo requieren que exijas tu parte en ellos para que comiences a incidir en los
mismos y para que de una forma decisiva comiences a reclamar el control y dirección
que puedas imprimir en tu vida a pesar de los cambios.
Piensa
en todos los cambios que desde que tienes memoria se han dado en tu vida, ahora
imagínate todos los cambios que aún te esperan en este camino que llamamos
vida, si los cambios se van a dar contigo o sin ti, ¿por qué mejor no participar
en ellos?
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/8TTrAaLTC54
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