Todos tenemos una idea de más o menos qué queremos para
nuestra vida o cómo queremos vivirla. Estudio, trabajo, familia, y un sinfín de
metas, sueños y objetivos matizan nuestro camino hacia la autorrealización,
pero para que esa autorrealización sea plena necesariamente debe pasar por el
tamiz de la individualidad, de la particularidad, de la singularidad.
Cuando hablamos de vivir la vida todos los seres humanos
entramos en un conflicto dicotómico: por un lado queremos vivirla de acuerdo a
nuestros gustos, nuestros criterios, nuestra personalidad, es decir, vivirla de
una manera única, pero por otro lado no queremos desentonar de la generalidad
siendo diferente del conglomerado social en el cual nos desenvolvemos.
Si bien lo segundo, es decir, el vivir en armonía con el
conglomerado social en el cual estamos es una parte fundamental de nuestro
proceso humano, lo primero, la búsqueda de la unicidad en la vivencia de
nuestra existencia es finalmente lo que le concede el carácter de hacerla y llamarla
nuestra.
La individualidad tiene que ver con las características
particulares que cada uno de nosotros tenemos y de las cuales debemos hacer uso
para avanzar en el camino de nuestra vida en pos de nuestros sueños, metas y
objetivos.
La particularidad se refiere a las maneras especiales y
diferentes que cada uno de nosotros tiene de llevar a cabo lo que uno tiene que
hacer para alcanzar lo que nos hemos propuesto.
La singularidad tiene que ver con las características
diferenciadas de los resultados que se obtienen al avanzar en el camino de la
vida considerando las dos características anteriores.
Visto de esta forma la individualidad se refiere a los
insumos, en este caso los insumos personales, nuestras propias características,
con las que abordaremos el vivir nuestra vida. La particularidad se refiere más
bien al proceso, es decir, tiene que ver con el cómo vivimos nuestra vida,
claro, considerando la cuestión de la individualidad. Por su parte la singularidad
son los resultados que obtenemos los cuales, obvio, si por la cuestión de la individualidad
cada uno es diferente y si por esas diferencias, según la particularidad, cada
quien vive su vida de forma diversa, es lógico pensar que, según la
singularidad, cada quien obtendrá resultados heterogéneos.
La individualidad, la particularidad, la singularidad,
nos van llevando en la vida por el camino de la lucha por conseguir nuestros
sueños, metas y objetivos, pero una forma que sólo es significativa y sólo nos
compete a nosotros, con lo cual la misma adquiere un valor incalculable de
unicidad universal, en ese caso atrévete: la historia de tu vida también puede
ser escrita con colores.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo
puede verse en video en https://youtu.be/QskJt-d3A54
También puede descargarse gratis el libro “Tu
Palabra es Verdad -365 citas y reflexiones- Tomo 1”, desde www.rocefi.com.mx (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)
No hay comentarios:
Publicar un comentario