¿Cuántas veces hemos escuchado que gran parte del éxito
de alguien fue cuestión de suerte? Sin entrar a fondo en esta cuestión, pues
mucho de lo que llamamos suerte tiene que ver con estar preparado para aprovechar
la oportunidad, lo que sí podemos decir de todo caso de éxito es que requirió
necesaria y forzosamente de aplicar la voluntad.
¿Qué es suerte? Uno puede considerar suerte encontrase
dinero tirado, otro tal vez considere suerte el conseguir y aprovechar una
buena oferta, tal vez alguien más hable de la suerte de haber encontrado a su
pareja, e incluso de la suerte de tener buena salud.
Sin duda alguna lo que cada quien pudiera considerar como
suerte es tan amplio como los pensamientos y las emociones de las personas, y
dentro de esta gama de acepción de lo que suerte es, también caen las
cuestiones relativa al éxito.
¿Tuviste éxito?, ¿fracasaste? Tal vez también se lo
adjudiques a la suerte, después de todo algunos factores inmersos en ello no dependieron
totalmente de ti. Dejando de lado la cuestión de la suerte, que más bien
podríamos llamar casualidad, sin duda alguna esta hace énfasis en aquello que
no puedes controlar, luego entonces si no puedes controlar no depende
enteramente de ti.
¿Vamos bien hasta ahorita? Sigamos: si no depende
enteramente de ti obvio que no puedes incidir mucho en esos factores ajenos a
tus acciones, pero como todo tiene dos lados, habrá algunos factores que
enteramente dependan todo de ti.
El que se encontró dinero a lo mejor anduvo temprano por ese
rumbo ya que más tarde otros hubieran sido los agraciados, el que consiguió y
aprovechó una oferta es obvio que la anduvo buscando o al menos tenía la capacidad
económica de aprovecharla cuando apareciera, el que dice encontró una buena
pareja es porque no sólo esperó sino que también ofreció y porque se dio tiempo
para conocer su prospecto, y el que tiene buena salud puede ser que sus hábitos
alimenticios y de ejercicio tengan mucho que ver.
No es que estemos siendo muy simplistas en nuestra
reducción analítica sino que estamos poniendo en su justo orden aquello que no
puedes controlar diferenciado de aquello en lo que sí ejerces control, siendo
luego entonces en esto último en lo que debes enfocarte.
Y a esto último es a lo que llamamos voluntad, a la
manera en que tu cuerpo, tu mente, tus emociones y tu espíritu están vinculados
entre sí y de igual manera vinculados con la meta, sueño u objetivo que te has
planteado. Todo esto sí está en ti darlo al 100%, pero claro depende de tu
decisión hacerlo.
Honestamente hablando uno no puede determinar el
resultado de una lucha, pero uno sí puede determinar el grado de compromiso,
entrega y empeño que ponga en la batalla. Es en esto último donde debemos poner
nuestra atención, después de todo ganar a veces es cuestión de suerte, pero
intentarlo poniendo todo en ello es cuestión de voluntad.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo
puede verse en video en https://youtu.be/3yfK97qvO90
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