Cuando
hablamos de vivir nuestras vidas todos quisiéramos tener el referente de una
libertad casi total para ello, pero al ser parte de un sistema social son
muchos los factores que inciden en nuestras decisiones, en la medida que la
última decisión sea de nosotros más dueños de nuestra vida seremos.
En
todas las épocas han existido aquellos que se autocatalogan como
"rebeldes", gente que no está de acuerdo con el estatus quo de la
sociedad y quiere vivir, según ellos, sin ataduras, libres, pero si uno analiza
esos grupos lo único que hacen es salir de un sistema social para entrar en
otros, en otros que también tiene sus reglas, sus normas, acciones que reconoce
y acciones que sanciona.
De
lo anterior lo rescatable es esa sensación que el ser humano trae como parte de
su propia naturaleza de querer ser dueño de su propio destino, es así como
muchos buscan romper tantos lazos como le sean posibles con el mundo para
lograr eso, lo cual es prácticamente es imposible. Vivimos en un sistema
social, nos relacionamos con personas, y es en esa relación que existe por
decirlo así un intercambio entre lo que damos y lo que recibimos.
Este
dar y recibir no se circunscribe a las relaciones sociales sino también a las
laborales y a las personales, y no hay nada de malo en ello, así es como
funciona la sociedad y las personas, el problema radica cuando los factores
externos tienen tal peso en nuestras decisiones que prácticamente son ellos los
que comandan nuestra vida.
En
cuestión laboral, apagar nuestros deseos de realización personal en tal o cual
actividad por otra que nos dé más dinero solo implica que hacemos dueño de
nuestra vida a aquel que pueda pagarnos por ella; de la misma forma en la
cuestión social, el acallar nuestra forma de ser para agradar y ser aceptado
implica una traición a nuestro ser interno a cambio de una aceptación
comunitaria; por último, en la cuestión personal, ceder a las exigencias de la
relación entre amigos, pareja, etc. solo implica que es otro quien decide por
nosotros.
Ahora
bien, lo anterior no quiere decir que no deban de considerarse todos esos
factores externos, entendamos algo: vivimos en una sociedad, necesitamos de los demás tanto como ellos
necesitan de nosotros, el problema es ceder cómoda y convenencieramente las
decisiones de nuestra vida a los factores externos que inciden en ella.
Siempre
existirán esos factores externos, hay que valorarlos y analizarlos, para
finalmente ser uno quien tome la decisión final sobre las acciones que hagamos.
Que quede claro que todos los factores externos, absolutamente todos, van de paso
por nuestra vida, ninguno se quedará toda nuestra existencia, al final nuestra
vida es nuestra, es por ello que las decisiones finales deben también serlo.
Pon
atención en lo siguiente: Generalmente cuando no hay conflicto entre la
influencia que ejercen los factores externos y nuestros propios deseos, sueños
e intereses, no hay problema alguno; el problema radica cuando se da un
conflicto entre los factores externos y nuestros deseos, sueños e intereses, y
eso es muy fácil de detectar pues nos hace dudar de las decisiones e incluso
aunque sean tomadas nos hace sentir mal, como si algo no estuviera bien.
¿Qué
hacer? Muy sencillo. La siguiente vez que te sientas así de incómodo ante una
decisión que debas tomar, para clarificar tus ideas pon la decisión como una
pregunta (por ejemplo, "¿debería estudiar X, o salir con X, o comprar
X?"), después pon "Por qué no:" y escribe todo lo que se te
venga a la mente para no tomar esa decisión; después escribe "Por qué
si:" y escribe todo lo que se te venga a la mente para sí tomar esa
decisión. Al final toma nota de en qué momento te sentiste más cómodo, si
cuando estabas escribiendo las razones de los "no" o cuando estabas
escribiendo las razones de los "si". La conclusión es obvia y
evidente y dependerá de ti tomar la decisión correcta.
La
madurez de carácter implica que, al igual en un barco de velas con el viento
que encuentra, uno es capaz de utilizar lo que la vida le pone para llegar a
donde uno desea, después de todo mientras más factores externos sean los que
inciden en tus decisiones, menos dueño de las mismas eres.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
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hicieres -Un camino de vida de la mano de las otras bienaventuranzas” , desde www.rocefi.com.mx (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)
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