viernes, 16 de diciembre de 2016

¿Dices que la vida es pesada?, pues no la cargues, ¡vívela!


En nuestro andar por la vida en ocasiones sentiremos que ésta es, por decir poco, más que pesada. Este sentimiento yo creo no nos es extraño, lo extraño, si es que podemos etiquetarlo de esta forma, es que sigamos cargando aquello que nos hace la vida pesada.

“Ya no soporto esta vida”. ¿Alguna vez has escuchado o incluso tú mismo dicho esta frase? Yo creo que en algún momento de nuestra vida, sobre todo ante las adversidades, tropiezos y caídas que experimentemos todos hemos tenido algún lapso de sentimientos de pesadumbre, desánimo y desaliento que nos pueden haber llevado a declarar lo señalado.

Pero al igual que toda frase generalista (como “nunca me escuchas”, o “siempre llegas tarde”), no podemos decir propiamente que es la vida la que pesa sino específicamente algún evento, situación o circunstancia que estemos experimentando.

Antes de continuar quiero dejar muy en claro que los sentimientos negativos que en ocasiones abruman nuestro ser son perfectamente naturales, pero que de la misma forma ante ellos siempre tendremos dos opciones: dejar nos avasallen controlando nuestra vida o verlos como parte de un momento que si bien no podemos controlar sí podemos administrar.

¿A qué me refiero con esto último de “administrar”? Pues a saber qué (1) los momentos malos de la vida van y vienen, es decir, siempre llegan pero no son permanentes; (2) que los sentimientos negativos que devienen de esos momentos malos de igual forma van y vienen y que no podemos ni debemos usarlos para detener nuestro andar ni para definir nuestra vida; y (3) que ante los dos puntos anteriores en ocasiones lo mejor es diferir las decisiones y esperar a que, como se dice coloquialmente, vuelva a salir el sol.

Esto comentado no quiere decir que impedirá que los malos momentos y los sentimientos negativos aunados a esto lleguen a tu vida, pero sí que te permitirán enfocarte en la luz al final del túnel más que en la oscuridad que te rodea mientras vas por él.

De esta forma, en vez de vernos como víctimas de las circunstancias, veremos los eventos y sentimientos experimentados como circunstancias pasajeras que si bien pueden en su momento ser difíciles no por ello nos impedirán seguir con nuestro proyecto de vida.

Nuestro andar por la vida traerá momentos aciagos y sentimientos adversos, pero tanto estos momentos como los sentimientos aunados ni son lo que somos ni mucho menos lo que queremos y podemos ser, así que no olvides ¿dices que la vida es pesada?, pues no la cargues, ¡vívela!

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/fDf8SBvo134

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