La vida está hecha de sueños, metas y objetivos que nos planteamos y que en muchas ocasiones le dan sentido a lo que hacemos y a lo que somos, pero el hecho de conquistar una meta, sueño u objetivo no implica que nuestro andar se detiene, sino que nos habilita para ir a buscar más.
Todos
los días nos levantamos para algo, ese algo puede ser tedioso, frustrante, pesado,
o bien puede ser retador, excitante, satisfactorio, la diferencia residirá en el
grado en que lo que se busca refleja el desarrollo del potencial que tenemos para
transformarnos en el ser de excelencia que estamos llamados a ser.
Tal
vez hayas escuchado alguna vez a alguien referirse a lo que hiciera si lograra sus
más preciados sueños. Generalmente la expresión es de casi casi entrar en un
estado de satisfacción tal que no se buscaría nada más, pero la realidad no es así.
El ser humano es un proyecto constantemente incompleto que siempre busca ser,
tener o hacer más y mejor, en ese sentido prácticamente no hay, por así decirlo,
un sitio de descanso donde ya no queramos caminar más en esta vida.
La
ventaja de cada sueño, meta u objetivo que conquistamos es que ese mismo hecho
nos habilita a ir en pos de otros sueños, metas y objetivos, y esto precisamente
porque la lucha emprendida para alcanzar el éxito en lo propuesto generalmente
habilita en nosotros mayores capacidades para ir en pos de nuevos retos.
Ahora
bien, también es cierto que después de una férrea batalla por alcanzar algo lo
que uno puede desear es descansar un poco, y eso está bien, siempre que no se considere ese descanso como permanente ya
que la vida no se detiene y nuestro tiempo en ella es limitado.
Ese
descansar después de una batalla nos sirve para renovarnos física, mental, emocional
e incluso espiritualmente hablando. Nos permite ver las cosas en perspectiva,
valorar lo que hemos logrado e incluso disfrutar de ello. Pero después, y eso
te va a pasar, llegará esa inquietud interna por ir en pos de nuevos sueños,
metas u objetivos.
Ese
cúmulo de sueños, metas y objetivos que vayamos logrando tendrán el principal
mérito de mostrar lo que somos, de lo que estamos hechos, lo que podemos lograr
y la manera en que nuestra lucha nos conduce cada vez a más y mejores estados
de desarrollo, superación y excelencia.
Cada
vez que logramos algo es como llegar a la cima de una montaña lo cual nos habilita
para ver otras cimas que nos están esperando es así como conquistar un sueño es
comenzar a soñar uno nuevo.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/RAjsgiF0iB4
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