Sin
duda alguna la motivación es un factor determinante para alcanzar lo que nos
propongamos, pero el término motivación no debe ser confundido con esa sensación
momentánea que tenemos cuando, como se dice coloquialmente, andamos al 100,
sino en su acepción más amplia debe ser entendida como la fuerza interna que
nos lleva a avanzar a pesar incluso de los obstáculos.
Me
ha tocado estar, sea como asistente o como expositor, en eventos relacionados
con la motivación. Por regla general uno sale de esos eventos con las pilas
recargadas, pero al igual que las pilas al pasar el tiempo esa sensación de,
como comúnmente se dice, poderlas todas va aminorando hasta hacerse casi imperceptible.
La
motivación anterior, que surge de algún evento, de leer algo, de platicar con alguien,
generalmente es de corta duración. Nuestra misma naturaleza no puede mantenerse
en ese nivel y busca regresar a niveles más aceptables o manejables para ella.
Esto es incluso entendible pues al igual que cualquier otra actividad física,
mental o emocional, un híper-estado consume mucha energía y de igual forma
desgasta.
Lo
anterior no quiere decir que esa sensación no sea aceptable o que no la debamos
de procurar. Al contrario, esa sensación es como las cápsulas vitamínicas que
de vez en cuando necesitamos para dinamizar nuestro paso hacia las metas. Pero,
el gran pero, es pretender enganchar con esa sensación momentánea nuestras
acciones y nuestro andar, ¿por qué?, pues por el problema que surge cuando ésta
sensación disminuye hasta hacerse imperceptible generando que, si estamos
anclados a ella para nuestro avance, nos detengamos.
¿Entonces
cuál es la solución? La solución es la motivación multi-plataforma, como la
llamo yo, es decir, aquella que no solo se sustenta en la parte sentimental (como
la de los ejemplos citados), sino que también se sustenta en la parte física, mental
e incluso espiritual. En esos casos, aunque pase la sensación de la que hemos
estado hablando nuestro andar no se detendrá pues tendremos otros elementos
para movernos en pos de nuestras metas.
¿Cuál
es el resultado de esto? Un carácter a prueba de pruebas. Un carácter que nos
permite afrontar los obstáculos y levantarnos de las caídas incluso con mayor facilidad
que si solo tuviéramos el canal de la motivación emocional. Es así que ante los
escollos que se enfrenten en la vida uno siempre estará avanzando.
¿Cuál
sería mi sugerencia? Si tienes una meta que estés consiguiendo y veas que solo
avanzas cuando te sientes motivado (si digo “te sientes” es porque señalo el carácter
emocional de ese tipo de motivación), entonces lo que debes hacer es que a esa
misma meta le encuentres otras “razones” físicas, mentales o espirituales que
puedan servirte de asidero para cuando el sentimiento emotivo se vaya.
Lo
que sucederá es que al igual que si estuvieras en un barco con tormenta, tendrás
más mástiles de dónde agarrarte en tanto las pruebas pasan, lo cual no sería
así si solo tienes el mástil de la motivación emocional. Y dado que siempre estaremos
experimentando pruebas qué más que contar con esa motivación multiplataforma para
mayor soporte y dinamismo.
Las
pruebas, los obstáculos, las caídas pueden enfrentarse con mayores recursos si
uno no solo cuenta con la motivación sentimental, sino también se sustenta en la
motivación física, emocional, e incluso espiritual, así que no lo olvides sea
que la vida se canse de golpear o tú te canses de ser golpeado, al final el
resultado es ganancia.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/6-tDmSG1O_M
También puede descargarse gratis el libro “Primero
lo natural, luego lo espiritual -Leyes mosaicas: Sombras de lo venidero –
Volumen 3”, desde www.rocefi.com.mx (Menú
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