Necesariamente, dado que los recursos con que contamos
son finitos, debemos hacer un uso eficiente, efectivo y eficaz de ellos, en ese
orden de ideas habrá siempre que priorizar lo que hacemos, pero en esa
priorización no hay que dejar de lado la esencia de lo que estamos llamados a
ser.
Si piensas en cualquier proyecto, del tipo o alcance que
quieras, te podrás dar cuenta que está sujeto a las restricciones que sobre los
recursos tengas. Todo proyecto tiene un límite financiero, material o humano
más allá del cual no puede pasar so pena de volverse inviable.
En nuestra vida pasa lo mismo. Cualquier meta que nos
fijemos invariablemente requerirá de acciones las cuales a su vez demandarán
recursos. Estos recursos a veces serán de tiempo, en otras ocasiones puede que
sean materiales o financieros, incluso tal vez hasta de talento o capacidad.
En este sentido todo proyecto personal estará limitado a
la cantidad de recursos que tengamos y sobre los cuales podamos emprender las
acciones requeridas. Es por esto que, al igual que en la vida, la priorización
de lo que hacemos debe ser un factor decisivo para garantizar el éxito de lo
que buscamos.
Esa priorización incluye, como ya se comentó, considerar
los recursos con que uno cuenta, pero con todo y todo esa es la base de la cual
partimos, no la meta, la meta son los sueños, metas y objetivos que nos hemos
fijado. Independientemente de ello, tanto lo que tenemos –recursos- como lo que
deseamos –metas, sueños y objetivos- deben ser priorizados y en esa
priorización, si: considerar lo urgente e importante, pero no dejar de olvidar
lo trascendente.
Priorizar lo trascendente implica llevar el análisis de
lo que buscas en función de lo que cuentas, considerando aquello intangible e
interno, aquella esencia de lo que eres y, más importante aún, de lo que estás
llamado a ser. ¿Mejor formación?, ¿mejor trabajo?, ¿mejor casa? Excelente, pero
¿y la mejor versión de lo que tú eres?
“¿Y cómo priorizar considerando lo trascendente?” –tal vez
preguntes. Una manera muy sencilla es que cualquier meta, sueño u objetivo que
te propongas, cualquier acción que emprendas para alcanzarlo, la pases por el
tamiz de ¿en qué me sirve esto para avanzar en cuanto a lo que soy hacia la excelencia?
Con eso en mente tendrás un elemento adicional –la trascendencia
lo llamo yo- para considerar al momento de priorizar lo que quieres a través de
lo que tienes y sobre todo cuidar que al final, cuando tus recursos se hayan
consumido, puedas tener algo de mayor alcance como logro personal pues todo lo externo
es eso, externo, no eres tú, pero lo que tú eres eso realmente te pertenece.
Hacer sin saber el ¿por qué? y el ¿para qué? nos puede
llevar muy lejos y a muchos lados sin realmente movernos de la persona que
somos, es por ello que para priorizar tus acciones no solo consideres lo
urgente o lo importante sino también lo trascendente.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo
puede verse en video en https://youtu.be/OrYSDPQXiNQ
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