La
vida está llena de momento de gozo y de tristeza, de ánimo y cansancio, de
triunfos y fracasos, lo único que no debe cambiar es nuestra decisión de seguir
en la pelea en tanto tengamos vida.
¿Alguna
vez te has imaginado ese momento en tu vida en que, por decirlo en cierta
forma, estés tranquilo, sin mayores metas que buscar conquistar?, aunque uno
puede imaginarse que ese momento llegará cuando uno se jubile, cuando uno se
retire o cuando uno ya sea mayor, en realidad es cuestión de decisión pues eso
no impide que sigas buscando otras metas, sueños u objetivos en tu vida.
Si
bien la reflexión anterior te envía hacia un futuro distante, en realidad en
ocasiones ese sentimiento de ya no luchar está presente en el ahora. Esto
sucede cuando uno deja de lado sus sueños, metas u objetivos, sea por estar
cansado, sea por una decepción, sea por la circunstancia que sea.
Pero
si te fijas, la vida misma no se detiene. El sol sigue saliendo y se sigue
ocultando, uno sigue envejeciendo, y los demás siguen caminando en sus vidas.
Ante esta perspectiva ¿Qué razones podrían haber que justificaran el dejar de
luchar?
La
vida es un pequeño momento, un interludio consciente que así como viene se va,
un momento dorado, glorioso, que nunca más se volverá a repetir. Pregunto de
nuevo: Ante esta perspectiva ¿Qué razones podrían haber que justificaran el
dejar de luchar?
Entiendo
del cansancio, del dolor, de la frustración que pueden llegar en ocasiones a
abrumar a tal grado que uno no desee pelear más, pero también entiendo que esos
momentos son pasajeros, que esos sentimientos son momentáneos, y que lo único
que perdura es nuestra propia vida, bueno, al menos mientras estamos vivos.
Entonces, ¿cuándo dejar de luchar?, sencillo: ¡cuando dejes de respirar!
Mientras
estés vivo tendrás algo seguro: tu inconformidad. Si te fijas siempre estamos
inconformes, de ahí la mayor parte de la actividad de nuestra vida, desde la
más rutinaria y ordinaria hasta la más excepcional y trascendental. Pues bien,
esa inconformidad es la que constantemente te impelerá a buscar a tener y ser
más y mejor, ¿aceptarás el llamado o harás como que no lo has oído?
El
problema dicotómico de la pregunta final anterior es que, como te dije, la vida
sigue y, peor aún, llega el momento en que se termina. Así que de nuevo
pregunto ¿aceptarás el llamado de tener y ser más y mejor o harás como que no
lo has oído?
En
nuestro andar por la vida podremos experimentar un sinfín de situaciones, de
sensaciones, de emociones; en esa vorágine el punto medular debe ser siempre y
en todo momento nuestra decisión de continuar nuestra lucha. ¿Respiras?, ¡pues
a seguir luchando!
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/OrQZGnfCeBo
También puede descargarse gratis el poemario del
mismo autor "Perfectos son tus caminos” -50 poemas en la línea del pensamiento
cristiano-, desde www.rocefi.com.mx (Menú
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