viernes, 19 de mayo de 2017

Claro que un buen líder puede desandar su camino, pero solo para regresar por aquel que ha perdido el paso


Muchas veces hemos oído que en la vida siempre hay que ir hacia adelante, que nada ni nadie debe hacer que retrocedamos, pero hay una situación donde el retroceder es válido y no solo válido sino que incluso loable: cuando uno regresa por quien se ha quedado atrás.

¿Recuerdas cuando niño jugabas con tus amigos y al pegar la carrera  te quedabas atrás?, ¿qué sentías, ¿qué les decías? Gritarles que te esperaran era una reacción natural pues no querías quedarte rezagado. Pues bien, cuando uno crece las cosas no cambian mucho.

Supongo te habrá tocado en algún momento ser seguidor de algún líder, sea este líder en el ámbito personal, laboral, intelectual o espiritual. Que sentimiento tan avasallador cuando ves que todos van a trote por el camino que el líder ha indicado y tú te vas quedando rezagado. De la misma forma que sentimiento de ánimo y aliento cuando el líder, en vez de dejarte atrás, regresa para ayudarte a avanzar.

Ser líder implica una gran responsabilidad pues hay personas, tus seguidores, quienes están atentas a tus indicaciones y quienes van en pos de la ruta trazada. Luego entonces por responsabilidad ética y moral mínima, si quienes te siguen han confiado en ti, lo menos que puedes hacer es ayudarlos en ese andar por el que han optado en pos de lo que les has indicado.

Cierto que puedes seguir avanzando con los que puedan seguirte el paso y dejar en el camino a los rezagados, pero ¿quién quisiera seguir así a un líder para quien lo importante es la meta y no las personas que creen en él?

Pero, ¿y qué pasa con los que sí llevan el paso?, ¿no es injusto para ellos el detenerse un poco, aminorar la marcha, mientras el líder va en pos del rezagado? En primer lugar, el que el líder aminore la marcha, se detenga o de plano regrese por un seguidor rezagado no implica que todos los demás seguidores deban de igual forma hacer lo mismo, ellos puede seguir avanzando, de hecho eso es lo que se esperaría a menos que el líder no hubiese construido en ellos liderazgo personal. Pero, en segundo lugar, aún y cuando el resto de los seguidores sí tuvieran que aminorar, detener o regresar la marcha por el seguidor rezagado eso no implica que pierden sino más bien que ganan en confianza, humanidad, compasión, respeto, y empatía y no solo con el discurso sino con el ejemplo del líder al hacer eso.

Ahora bien, una cosa hay que tener muy clara y esa es la intención de quien se rezaga. Si el líder regresa por el seguidor que ha quedado atrás y este tiene toda la intención de seguir en la pelea, adelante. Pero si el rezagado lo hace ya con un ánimo derrotista y en su fuero interno, de manera libre, ya no quiere seguir en la lucha, incluso por más labor que haga el líder, el líder no está obligado a detener toda la marcha por él y puede continuar junto con el resto de sus seguidores.

En nuestro andar por la vida, si es que en alguna ocasión estamos en una posición de liderazgo, no hay que perder de vista que no vamos caminando solos sino que de nosotros dependen otras personas y que por ellos uno puede regresar su recorrido, después de todo Claro que un buen líder puede desandar su camino, pero solo para regresar por aquel que ha perdido el paso


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/Ru1obT60sak


También puede descargarse gratis el poemario del mismo autor "Perfectos son tus caminos” -50 poemas en la línea del pensamiento cristiano-, desde www.rocefi.com.mx  (Menú “Libros” Sección “de-book gratis”)

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