Hay
cosas que en el andar de nuestra vida son obligatorias mientras que otras son
opcionales. Obligatorio, es decir que tú no puedes hacer nada para impedirlo,
es por ejemplo el paso del tiempo, pero opcional, es decir, que implica de la
acción de tu voluntad, es la manera en que pasas por él.
¿Te
has puesto a pensar cómo es que no podemos hacer nada para detener el tiempo,
pero también como es que muchas veces quisiéramos que así fuera? Todos
quisiéramos detener el tiempo, o al menos que éste fuera más lento, cuando
estamos pasando un buen momento o cuando deseamos se difiera la llegada de uno
malo.
Pero
dado que el tiempo no podemos detenerlo, es decir, que no podemos hacer nada
para que futuro inexorablemente llegue, ¿tiene caso desear sea así? Yo te
contestaría que no y si. No en el sentido de realmente, ahora sí que como
coloquialmente se dice, “perder el tiempo” pensando en que el tiempo ojalá se
detuviera o avanzara más lento, pero si en el sentido de darle a este asunto la
importancia debida para decidir cómo es que deseamos pasar el tiempo.
Las
palabras de gatear, caminar o volar en el tiempo, que se manejan en el título
de esto que estamos comentando, no se refieren a ir más o menos rápido por el
tiempo ya que eso es imposible, el tiempo siempre avanzará de igual forma hacia
nosotros, más bien se refiere a nuestra actitud ante él.
El
gatear es apenas aprovechar el tiempo de que disponemos, piensa de esta forma,
gateando ¿cuánto pudieras avanzar digamos en una hora? Ahora que si caminas es
más que evidente que avanzarás más que si gatearas, pero si vuelas avanzaras
mucho más que en los dos casos anteriores. Luego entonces ese gatear, caminar o
volar se refiere más bien a la manera en que aprovechas el tiempo de que
dispones.
Ahora bien si te fijas podrás ver cómo es que la
diferencia entre gatear, caminar o volar implica siempre y en todos los casos
la aplicación de cada vez mayor constancia, disciplina, esfuerzo y pasión, y en
todos estos casos tú eres quien decidirá cuánto, cuándo y cómo y para eso debes
tener muy claro el por qué y el para qué.
El
por qué y el para qué, es decir el saber de dónde vienes y hacia dónde quieres
ir, es lo que te motivará para decir, en función de la constancia, disciplina,
esfuerzo y pasión, cuánto, cuándo y cómo para avanzar en el camino de tu vida
hacia tus sueños, metas y objetivos.
Ese
es tu verdadero trabajo, no tanto preocuparte de que si el tiempo avanza rápido
o lento, sino de aprovecharlo para que una vez que se haya ido lo hallamos
aprovechado al máximo, después de todo el futuro es un camino de una sola vía,
solo que tú decides si gateas, caminas o vuelas por él
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/vKP6Ts6fbWk
También puede descargarse gratis el poemario del
mismo autor "Perfectos son tus caminos” -50 poemas en la línea del
pensamiento cristiano-, desde www.rocefi.com.mx (Menú
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