viernes, 4 de noviembre de 2016

Conquistar un sueño es comenzar a soñar uno nuevo


La vida está hecha de sueños, metas y objetivos que nos planteamos y que en muchas ocasiones le dan sentido a lo que hacemos y a lo que somos, pero el hecho de conquistar una meta, sueño u objetivo no implica que nuestro andar se detiene sino que nos habilita para ir a buscar más.

Todos los días nos levantamos para algo, ese algo puede ser tedioso, frustrante, pesado, o bien puede ser retador, excitante, satisfactorio, la diferencia residirá en el grado en que lo que se busca refleja el desarrollo del potencial que tenemos para transformarnos en el ser de excelencia que estamos llamados a ser.

Tal vez hayas escuchado alguna vez a alguien referirse a lo que hiciera si lograra sus más preciados sueños. Generalmente la expresión es de casi casi entrar en un estado de satisfacción tal que no se buscaría nada más, pero la realidad no es así. El ser humano es un proyecto constantemente incompleto que siempre busca ser, tener o hacer más y mejor, en ese sentido prácticamente no hay, por así decirlo, un sitio de descanso donde ya no queramos caminar más en esta vida.

La ventaja de cada sueño, meta u objetivo que conquistamos es que ese mismo hecho nos habilita a ir en pos de otros sueños, metas y objetivos, y esto precisamente porque la lucha emprendida para alcanzar el éxito en lo propuesto generalmente habilita en nosotros mayores capacidades para ir en pos de nuevos retos.

Ahora bien, también es cierto que después de una férrea batalla por alcanzar algo lo que uno puede desear es descansar un poco, y eso está bien, siempre que no se considere ese descanso como permanente ya que la vida no se detiene y nuestro tiempo en ella es limitado.

Ese descansar después de una batalla nos sirve para renovarnos física, mental, emocional e incluso espiritualmente hablando. Nos permite ver las cosas en perspectiva, valorar lo que hemos logrado e incluso disfrutar de ello. Pero después, y eso te va a pasar, llegará esa inquietud interna por ir en pos de nuevos sueños, metas u objetivos.

Ese cúmulo de sueños, metas y objetivos que vayamos logrando tendrán el principal mérito de mostrar lo que somos, de lo que estamos hechos, lo que podemos lograr y la manera en que nuestra lucha nos conduce cada vez a más y mejores estados de desarrollo, superación y excelencia.

Cada vez que logramos algo es como llegar a la cima de una montaña lo cual nos habilita para ver otras cimas que nos están esperando es así como conquistar un sueño es comenzar a soñar uno nuevo


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/RAjsgiF0iB4

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