viernes, 8 de abril de 2016

La belleza que uno es capaz de apreciar en el exterior es un reflejo de la belleza que trae uno en el interior


¿Qué es la belleza?, yo creo que todos en algún momento de nuestra vida nos hemos preguntado eso, sobre todo frente a opiniones sobre lo mismo que difieren de nuestra noción de belleza, la respuesta no es única y objetiva ya que depende de la percepción de cada quien, pero lo que sí es verdad es que mucho de lo que apreciamos como bello no es más que el reflejo de lo que traemos dentro.

¿Alguna vez has ido a una muestra de arte?, ¿o a ver alguna película?, ¿o a observar un paisaje?, si tienes alguien a tu lado pregúntale cuánto, de 1 a 10, le daría a eso que ambos observan. Te vas a sorprender de las diferentes respuestas que obtendrás sobre todo considerando la opinión que tú mismo tengas.

Y mira que en el ejemplo anterior hablamos de personas que como tú están observando el mismo evento, es decir, de gente que como quiera que sea aprecia lo mismo que tú pero que tiene una escala de medición personal del mismo diferente. Ahora imagínate si esa misma pregunta se la hicieras a gente que no aprecia lo mismo que tú. Las respuestas serían extremadamente variadas.

Lo que nos gusta y lo que no, dice mucho de nosotros, de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestros valores, pero de la misma forma eso sólo es un parámetro, un reflejo, no una regla que nos ciña. ¿Qué quiero decir con eso? Que así como nos educamos para apreciar algo, de igual forma podemos re-educarnos para apreciar lo bello de la vida.

¿Cómo hacemos eso? Vamos viendo los mismos ejemplos del inicio: muestra de arte, cine o paisaje, ¿cuál de estos eventos es el que te gusta menos?, ¿la muestra de arte, el ir al cine o el observar un paisaje?, puede ser cualquiera, pero una vez que la has elegido contéstame ahora ¿qué de bueno, de bello, de hermoso puedes ver, apreciar y decir de eso? Así es: de eso que es lo que menos te gusta (incluso que no te gusta para nada) bien podrás ser capaz de decir algunas cosas que puedas apreciar.

Con esto quiero demostrarte que prácticamente de todo puedes señalar algo que pudiéramos decir bello, positivo, hermoso. No es que lo sea o no lo sea, sino que tú así lo consideres. ¿Y esto para qué? Para apreciar lo bello, positivo y hermoso que hay en ti.

Lo que uno habla es lo que uno trae, pero no todo lo que uno dice todo lo que uno tiene. A veces la costumbre, la educación, los hábitos nos van arrastrando a ciertos comportamientos, mismos que dejan de lado algunos aspectos de nuestra vida. Este ejercicio no es tanto para que comiences a apreciar lo bello que la vida pueda tener (si bien es algo que se requiere) sino para que, a través de ello, comiences a re-descubrir lo bello que interiormente tú ya tienes.

El mundo simplemente es, no hay más, es, y como tal somos nosotros los que podemos percibirlo de una u otra forma, lo positivo, lo dinámico, lo motivador que podamos percibir en él nos dicen mucho de nosotros, después de todo la belleza que uno es capaz de apreciar en el exterior es un reflejo de la belleza que trae uno en el interior.


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/Catz5WSuJxw

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