Establecer un propósito, a parte que le da sentido a nuestras acciones, permite focalizar nuestros esfuerzos y nuestros recursos, es así que mientras más claro sea ese propósito más eficiente se volverán nuestras acciones en función de la
consecución
de la meta trazada.
La
vida constantemente nos da sorpresas, ¿cuántos casos conocemos de gente que realmente
nunca pensó lograr las cosas que ahora han logrado?, por ejemplo cuando Davis
creó a Garfield nunca pensó llegaría a tener tanto éxito, o el caso de J. K.
Rowling, creadora de Harry Potter y quien comenzó escribiendo cuentos para que
sus hijos durmieran por las noches.
Pero,
¿que no esos ejemplos nos dicen al contrario del tema de este artículo, que se
pueden lograr cosas aún sin proponérnoslo? Al contrario, el tema de este artículo
es ese: que puedes lograr cosas sin proponértelo, pero que cuando te lo propones
serán mayores los logros. Los mismos ejemplos de David y Rowling nos dicen eso:
su éxito inicial era no pensando, pero una vez que se tuvo el primer éxito
vinieron una seria de acciones intencionadas que permitieron que "actualmente
Garfield sea la tira con mayor difusión en Estados Unidos y en todo el mundo
con más de 220 millones de lectores y publicada en más de 2,500 periódicos por
todo el mundo" o que "desde el lanzamiento de la primera novela, Harry
Potter y la piedra filosofal en 1997, la serie [de Rowling] logró una inmensa popularidad,
críticas favorables y éxito comercial alrededor del mundo. Para diciembre de
2007, se habían vendido más de 400 millones de copias de los siete libros, los
cuales han sido traducidos a más de 65 idiomas".
De ambos ejemplos, más otros que pudiéramos traer a
colación podemos ver un hilo conductor: un enorme gusto por lo que se hace, un
gusto que podemos bien llamar amor o pasión, acompañado de estrategia con
dirección. Sin ir tan lejos, en nuestra propia vida, ¿no podemos mencionar diez
cosas que logramos sin proponérnoslas y que ahora en retrospectiva nos parece
casi asombroso eso?, yo creo que este ejercicio no nos arrojaría diez sino
veinte, o treinta, ¡o cuarenta!
Lo anterior es como si la vida a cada rato nos
gritará en nuestra propia cara que podemos lograr cosas aún más grandes, solo
es cuestión de proponérnoslo. Ahora bien, es imposible ni tampoco sería sano,
pretender controlar todos los aspectos de nuestra vida para poder así darles un
propósito, pero caray, no hablamos de todos los aspectos sino al menos de
aquellas metas que consideremos relevantes y trascendentes para nosotros:
estudio, trabajo, familia, son algunos de los temas sobre los que podemos
concentrar nuestra intensión de propósito, no con un afán controlador, porque
eso solo traería frustración, sino con un afán de ser nosotros quienes pongamos
nuestra voluntad (espíritu, mente y cuerpo) en el carril del logro de nuestras
metas.
Es en este punto donde debemos dejar clara la idea:
las acciones que uno emprenda son para disfrutarse, cuando se disfruta el
camino no hay propiamente un esfuerzo sino un disfrute en cada paso, por el
contrario pretender lograr algo que ni nos gusta, ni nos llena, ni nos
satisface solo traerá frustración. Ve lo que quieres lograr, aquello que
despierta esa pasión, esa emoción, esa imaginación y ve por ello con propósito
de acción, con rumbo de intención, y con alegría en el corazón.
Técnicas para esto hay muchas: poner papeles con
frases de ánimo o motivación, fotos o imágenes con lo que uno quiere lograr, o
un calendario límite ("a más tardar
en tal o cual fecha lograré esto") de acciones; lo importante es avanzar, sentir
que cada día la meta se acerca aunque sea un poco, en caso contrario revisar
las acciones y ¿por qué no? ajustarlas.
¿Sabes que es lo mejor de trabajar con intención de
propósito? que te darás cuenta que la magia de tu esfuerzo creador se suma a la
increíble magia universal de la vida donde tus logros deseados se suman a los
regalos que sin proponértelos seguirás recibiendo pues solo avanza quien camina,
y solo camina quien busca, y solo busca quien dentro de sí mismo trae la fuerza
para ello. Así que ¿qué esperas?, ve por tu vida, después de toso, ¿ves todo lo
que a veces has logrado sin proponértelo?, ¡ahora imagínate si te lo
propusieras!
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/_uPSjSNOuq4
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