El
término "soñar" tiene dos usos comunes, uno es lo que experimentamos
cuando dormimos, otro lo que hacemos cuando estamos despiertos, éste último
"soñar" nos hace co-creadores de nuestra vida y nuestro mundo pues
nos permite traer a la realidad nuestras ideas, nuestros sentimientos y nuestra
trascendentalidad.
Ser
humano es por naturaleza estar en constante inconformidad, el "¿cómo puede
hacerse esto de una mejor manera?" es la pregunta que nos ha acompañado en
toda nuestra historia. Desde las tablillas de arcilla hasta el papel reciclado,
desde las señales de humo hasta los teléfonos celulares, desde las pinturas
rupestres hasta las fotos digitales, todo es una evolución constante de las
ideas para hacer las cosas cada vez mejores, más fáciles, más económicas o
simplemente más agradables.
Podemos
entonces decir que la evolución, el desarrollo de la sociedad, surge de la
inconformidad, ¿y esto que nos dice? pues simplemente nos habla del increíble
potencial que todos, tú y yo, tenemos pues constantemente estamos inconformes.
Ponte
a pensar en un solo día, digamos ayer, piensa en alguna situación que te haya
causado inconformidad o frustración, pues ese sentimiento que muchos podríamos
catalogar de negativo incluso indeseable, puede ser la fuente, la semilla, de
grandes cambios e innovaciones.
Ese
es el sentimiento que muchos a lo largo de la historia han sentido ante
situaciones, eventos u objetos, que los han llevado a pensar en otras formas de
ser y hacer.
¿Pero
qué es lo que generalmente sucede?, que ante la adversidad, en vez de
enfocarnos en la solución, es decir, en el "¿cómo puede hacerse esto de
una mejor manera?", nos enfocamos en el problema generando un circulo
vicioso: problema-frustración que curiosamente y por lo general genera más
problema y más frustración.
Si,
sé que a veces cuando uno está frustrado ante una situación enfocarse en buscar
una solución puede ser complicado, pero también es un hecho que muchas veces
incluso con un sentimiento encontrado has mejorado las cosas, ¿un ejemplo?
recuerda la última vez que estando recostado te diste cuenta que la almohada
estaba tan mal acomodada que no te permitía descansar, tal vez incluso un poco
molesto por este hecho te incorporas, arreglas la almohada y entonces sí
descansas.
Ese
ejemplo simple y sencillo es para mostrarte que la almohada de tu vida siempre
tendrá algo que hacérsele para ser mejor, no puedes pensar que sola se
arreglara y tampoco que los malestares que experimentes por sí solos arreglaran
el problema, ¿que se requiere? solo dos cosas: pensar y actuar.
Todas
estas ideas pueden ser aplicadas en toda tu vida: social, personal,
profesional, familiar y ante cualquier situación. Solo es cuestión de que
incluso cuando exista frustración o malestar pensar por un momento "¿cómo
puede hacerse esto de una mejor manera?" lo cual te llevará a avanzar
hacia mejores horizontes de desarrollo y superación, después de todo
curiosamente los más grandes sueños no surgen cuando estamos dormidos.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este artículo
puede verse en video en https://youtu.be/zLbE68qavCE
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