Si bien todos tenemos derecho a expresar nuestras
ideas y opiniones es la congruencia de nuestras acciones de manera consecuente
lo que hará que se nos considere con la seriedad debida.
La frase “sobremesa de café para resolver
el mundo” se refiere a esas charlas que todos hemos hecho en algún momento
donde establecemos las formas en que deberían de ser las cosas, eso sí, como se
dice: “desde la barrera”.
Yo creo que todos en algún momento dado nos
hemos sentido inconformes con algún proceso o servicio público o privado que
hemos recibido, o hemos visto formas de hacer las cosas que no nos han dejado
satisfecho del todo; esta inconformidad bien encauzada (más allá de una crítica
por sí misma y para sí), puede llevar a mejoras que repercutan en bien de
todos. Para lograr lo anterior es necesario no solo decir de la manera más
concreta lo que esperamos sino, más importante aún, las formas en que podemos
lograr esto.
Me ha tocado ver en muchas ocasiones
exigencias de resultados pero donde no se decía cómo y, peor aún, desconociendo
los procesos y las limitaciones que los mismos tienen.
Si bien, como comenté al principio, uno
puede decir lo que quiera, estas sugerencias van encauzadas a aquellos que
desean de una forma u otra cimentar su liderazgo en más que palabras.
El líder, por su propia definición, va a la cabeza
en todo proceso y es capaz de hacer que las cosas sucedan, pero para esto en
muchas ocasiones debe, como coloquialmente se dice, remangarse y entrarle con
todo al problema, lo cual implica dar sugerencias para mejora de todos.
Si bien lo anterior es lo deseable, en lo personal
no es óptimo, en un nivel superior de exigencia el líder debe ser capaz no solo
de ver una forma de mejora sino varias, ¿por qué esto? Pues por la simple y
sencilla razón de que debe tener la capacidad de establecer diferentes
alternativas para poder dar cauce a las mejoras que se buscan.
Si un líder es capaz de ver un problema y proponer
una mejora pero esta mejora por X, Y o Z no es aplicable prácticamente deja sin
posibilidad de avanzar en ello pues solo otorgó una única opción de mejora,
pero si es capaz de proponer varias opciones surge entonces un área de
negociación y cauces para desembocar en acuerdos concretos.
La capacidad de líder es visible cuando este deja el
nivel de los señalamientos para llegar al de las propuestas y en este sentido
el de la mejora, después de todo quien critica algo tiene la obligación de
proponer, no una, sino al menos tres formas de mejorar lo que señala.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/ZXMGBvd58n0
También del mismo autor: Curso internacional para
el mundo de habla hispana “¿Tu helado se
derritió? -Construcción dinámica de liderazgo trascendental-”. Más información en: https://go.hotmart.com/B91847525Q
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