Cuando hablamos de liderazgo, no me ha tocado
conocer a una sola persona que no le gustara la idea de ser reconocido como
líder de una u otra forma, pero generalmente porque esto implica que logra sus
metas a través de sus seguidores cuando más bien se trata de logre sus metas en
conjunto con ellos.
Empecemos con un ejercicio que realizo en
mis talleres de liderazgo. Escribe algo
en lo que te gustaría ser reconocido como líder,
así como cinco razones por las que te gustaría ser líder de lo que sea. No
importa la cuestión en la cual desees ser reconocido como líder, lo que
importan son las razones que plasmes para ello.
Cuando hago este ejercicio la mayoría de
los participantes no tarda ni cinco minutos en escribir las razones por las que
le gustaría ser reconocido como líder, principalmente porque todos tenemos en
mente una serie de metas que nos gustaría alcanzar con la ayuda de los demás.
¿Listo?
Pues bien –y aquí viene la conclusión de
ese ejercicio- : empezamos poniendo la carreta delante de los caballos, como
coloquialmente se dice, ¿por qué? por que independientemente de las metas y
objetivos que tú tengas, cuando hablamos de liderazgo, un buen líder primero
indaga, conoce, entiende y hace suyas las metas y objetivos de sus seguidores
para acomodar sus metas en ello, ¿por qué –de nuevo preguntarás-? Pues por la
simple y sencilla razón de que la única forma que existe en que un líder tenga
seguidores es que éstos últimos vean representado en aquel la esperanza de
conquistar sus sueños.
Es así como con el liderazgo deviene una
responsabilidad que recae sobre quien lo ostenta ya que bajo su guía muchos
ponen las ilusiones, metas y objetivos que tienen. De ahí que el líder sea
capaz de aglutinar esas diferentes –y en ocasiones divergentes- ilusiones,
metas y objetivos para darles cohesión, dirección, y logro. Retomemos el mismo
ejercicio del inicio pero ahora de otra forma. Como ya sabemos ese algo en lo
que te gustaría ser reconocido como líder ahora te pido escribas cinco razones
que tengan que ver con los demás, con tus seguidores, por las que te gustaría
ser ese líder. Obvio que ahora es una elucubración en el aire pues
necesitaríamos conocer a nuestros seguidores para ver qué es lo que desean,
pero como la mayoría tenemos una idea de eso en lo que nos gustaría ser
reconocidos como líderes el ejercicio intelectual es válido.
Por último quiero que compares los dos ejercicios,
tanto lo que tú escribiste para ti mismo al inicio como lo que escribiste para
los demás en la segunda parte del ejercicio. Generalmente el resultado de esta
comparación es la afinidad salvable que existe entre ambos resultados. Afinidad
salvable quiere decir que lo que buscas tu y lo que buscan tus seguidores no
está en contraposición ni mucho menos son excluyentes por lo que, como líder
puedes trabajar para amalgamar los diferentes intereses tanto tuyos como los
demás en un concepto coherente que sustente tu liderazgo.
Estar a la cabeza implica que no solo sabes a dónde
vas sino por qué y que lo que buscas no solo es para ti sino también para los
demás, después de todo un buen líder sabe que el logro de sus metas está en
función de que sus seguidores logren las de ellos.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Este
artículo puede verse en video en https://youtu.be/ChWonwAXS74
También del mismo autor: Curso internacional para
el mundo de habla hispana “¿Tu helado se
derritió? -Construcción dinámica de liderazgo trascendental-”. Más información en: https://go.hotmart.com/B91847525Q
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